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Mayor dice que el PNV va en mala dirección al aproximarse a HB

El caso Elejalde y la respuesta del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA) e Izquierda Unida (IU) a la intervención en el Congreso del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ha evidenciado una vez más la falla que existe en materia de pacificación entre los partidos nacionalistas e IU y socialistas, populares y Unidad Alavesa (UA). Mayor indicó ayer que el PNV va "en mala dirección" al intentar aproximarse a los planteamientos de Herri Batasuna (HB) para atraerlos al mundo democrático, y los socialistas vascos acusaron a PNV e IU de dañar la legitimidad de la acción policial por la vehemencia empleada a la hora de defender la tesis de las torturas tras la detención del etarra Fernando Elejalde.

Populares y socialistas creen que hay que activar las reuniones discretas de la nueva fase de la Mesa de Ajuria Enea para reconstruir la unidad de los partidos democráticos y evitar que ETA y HB marquen la crispada agenda política vasca."A los radicales no se les convence haciéndose uno radical". Con estas palabras de Mayor Oreja a Catalunya Radio, el ministro del Interior quiso centrar de nuevo el debate real que subyace en la polémica del caso Elejalde. Para Mayor, el problema no son las lesiones de Fernando Elejalde -el etarra detenido después de asesinar al psicólogo de la cárcel de Martutene- sino el debate interno que vive el PNV tras aprobar un documento en el que defiende la negociación con ETA.

El ministro considera que el partido de Xabier Arzalluz duda entre "aproximarse a la radicalidad para atraerla" a la esfera democrática o tener un "papel de síntesis o de punto de encuentro entre nacionalistas, aunque hoy estén separados por la frontera de la violencia".

El PNV, por boca de su portavoz en el Congreso, Iñaki Anasagasti, criticó al ministro de Interior por ponerle bajo sospecha y "poco menos que en concomitancia con HB" por sus últimas declaraciones. Además, el portavoz de la dirección peneuvista, Joseba Egibar, se ratificó ayer en la existencia de torturas a Elejalde y aseguró que si los sindicatos policiales del Cuerpo Nacional de Policía se querellan contra él presentará las pruebas que, a su juicio, avalan la aseveración de que el presunto miembro del comando Donostia fue torturado. Egibar se refiere a los testimonios de testigos que aseguran que ningún coche atropelló a Elejalde en su huida (el propio Elejalde dijo a sus captores que no eran unos héroes porque no le habrían apresado si no le hubiese atropellado un coche) y a otros que declararán si la policía empleó o no la violencia para reducir al presunto asesino.

Juan María Atutxa, consejero vasco de Interior, expresó ayer en una conversación telefónica su apoyo a Mayor Oreja por comparecer ante el Parlamento -"es lo que hay que hacer en un Estado democrático"-, aunque no valoró la versión oficial ni la posición del PNV y emplazó a la respuesta del juez "tras la cual se podrá abrir o no la polémica".

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Unidad de acción

Frente al cruce de acusaciones por el caso Elejalde, los dirigentes del PP y del PSE-EE en Euskadi defendieron ayer una reorientación de la política sobre pacificación basada en la unidad de acción de los partidos democráticos frente a los planteamientos de HB y los atentados de ETA. Ambos partidos, constatan que se acrecienta la falla abierta en los partidos que acuden a la Mesa de Ajuria Enea y reiteran el discurso de que la única línea divisoria posible se traza entre violentos y demócratas.El portavoz del PSE-EE, Fernando Buesa, ve prioritario restablecer el orden público democrático en las calles del País Vasco y la unidad de acción de los demócratas para ponerse "enfrente de los terroristas y de quienes les apoyan". Buesa cree que el Pacto de Ajuria Enea puede ser una buena herramienta para esa reorientación de la política de sus dos socios de Gobierno -PNV y EA- en materia de pacificación.

El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, constata también el endurecimiento de las fuerzas nacionalistas y pide a sus dirigentes que eviten las "polémicas estériles" y cesen en sus excesos y campañas de acoso. El dirigente popular defiende la nueva fase de Ajuria Enea -con reuniones discretas- como una buena manera de limar diferencias y reconstruir el consenso político. "Aunque el ritmo de los encuentros que van a dar forma a esta segunda fase del Pacto lo deben marcar los propios miembros de la mesa, éstos deberían ser inminentes porque la sociedad demanda su funcionamiento ya. La Mesa no se puede quedar en el cajón", indicó Barrio.

Es previsible, sin embargo, que, pese a los movimientos de populares y socialistas, PNV y EA acentúen sus discursos nacionalistas en la jornadas que preceden a la celebración del Aberri Eguna (Día de la patria vasca) el próximo día 30 de marzo. El lema elegido este año por el Partido Nacionalista Vasco es Ausartu Zaitez (atrévete).

La división entre los partidos vascos también se escenifica en otros foros como la ponencia de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco sobre acercamiento de presos vascos a Euskadi. Unidad Alavesa hizo pública ayer su decisión de abandonar este foro -donde no participan ni el PP ni los socialistas vascos- en el que se ha sentido manipulada por HB.

A falta de que el presidente de la Comisión, el peneuvista José Antonio Rubalcaba, convoque una nueva reunión para dar cuenta del encuentro con el etarra Juan Lorenzo Lasa Mitxelena Txikierdi, PNV, EA, IU y HB preparan los pasos a seguir tras la negativa de Mayor a oir el plan de acercamiento elaborado por la comisión.

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