Josefina Molina, Benjamín Prado y Rosa Pereda presentan sus nuevas obras
Josefina Molina, Benjamín Prado y Rosa Pereda presentaron ayer en Madrid sus nuevos trabajos centrados en la relación entre una madre sufridora y llorona y su hija; la obsesión por el padre y el género de aventuras, y una génesis de la novela rosa, la prensa del corazón y los culebrones.La importancia del azar y la contaminación de los sentimientos por agentes externos entre una madre y su hija son la base del argumento de Cuestión de azar (Planeta), novela con la que la realizadora Josefina Molina debuta en la literatura. "Son más dóciles las palabras que las imágenes", aseguró la directora, para la que crear imágenes con magia es lo más difícil que hay. "En una novela haces lo que quieres hasta el final; en el cine hay tantos agentes externos que crear una imagen con magia es mucho más complicado". Los personajes de Cuestión de azar pertenecen a la generación que sufrió las consecuencias de la guerra civil. La primera novela de esta realizadora contiene más diálogos que descripciones: " La acción no es trepidante y no había otra forma de hacerles expresarse que no fuera a través de las palabras".
Benjamín Prado, que se estrena en el relato juvenil con Dónde crees que vas y quién te crees que eres (Anaya), detesta que a los escritores se les clasifique. "Uno intenta escribir lo que le gusta", dijo en la presentación de esta novela que cuenta con tres narraciones sacadas de la propia literatura que él leía cuando tenía 15 años. Como en todas sus obras anteriores, Dónde crees que vas y quién te crees que eres está centrada en la época del propio autor: "Se ven los días en que está escrita".
Rosa Pereda ha volcado cuatro años de recopilación de material y de estudio de los géneros considerados como los parientes pobres de la cultura de masas en Teatros del corazón (Espasa). "En los 70 se les consideraba subgéneros y daba mucha risa hablar de todos estos productos del sentimiento, pero tras ellos se oculta un trabajo y una técnica muy importante", aclaró la autora, que no ha tratado de escribir una historia de la novela rosa o de los culebrones, sino "hacer un estudio interpretativo de los géneros".
