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Alarma ante agresiones urbanísticas a Segovia

Un aparcamiento bajo una ladera del casco histórico se suma al hotel que tapa la vista del Acueducto

A la espera del informe que emita esta tarde la Real Academia de Bellas Artes, cuatro miembros de esta institución han dictaminado ya, a título personal, que los dos últimos proyectos urbanísticos aprobados por el Partido Popular en Segovia son "inadmisibles". Uno es la reaunudación de la obra de un edificio que tapa el Acueducto, paralizada 13 años atrás. El otro, un sueño del alcalde, Ramón Escobar: un aparcamiento semienterrado, de siete pisos, que estará situado junto a la muralla sur. Carlos Romero de Lecea, académico de San Fernando y director de la segoviana Academia de San Quirce, denuncia "cosas extrañas" en la gestión del patrimonio de la ciudad. Francisco Jurado, autor del estudio del aparcamiento, se defiende: "Es un parking ecológico".

Recordando al recientemente fallecido Julio Cano Lasso, Carlos Romero de Lecea explica que la peor solución posible para las ciudades históricas es "inundar las huertas o los jardines con casas de pisos, almacenes o talleres", y añade que el parking y el hotel "cambiarán radicalmente el paisaje de Segovia". Como alternativa al aparcamiento, sugiere el cumplimiento de un compromiso político suscrito hace cuatro años por todos los grupos políticos municipales: construir un estacionamiento subterráneo en la zona oriental del acueducto, a 500 metros del monumento -como el recientemente inaugurado en la zona occidental- para concentrar la recepción de turistas.El proyecto del aparcamiento en el paseo del Salón de Isabel II ha sido impulsado personalmente por el alcalde popular, Ramón Escobar, y es una ilusión que creyó ver cumplida desde la misma noche de las últimas elecciones municipales, con su primera mayoría absoluta: 15 concejales, frente a seis del PSOE y cuatro de IU. El edificio, considerado "estéticamente inadmisible" por los académicos al considerar que daña gravemente el perfil de una ciudad patrimonio de la humanidad, era uno de los temas estrella del programa electoral del alcalde ya desde la anterior legislatura, cuando la oposición logró colarle un proyecto de 20 millones de pesetas para adecentar la zona y preservarla unos años de excavadoras.

El asunto se desbloqueó a principios de 1995, cuando el el alcalde encargó al arquitecto Francisco Jurado el estudio de viabilidad. Profesor de estructura en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y "profesional con 20 años de ejercicio", según explica, Jurado cree que la elección tenía motivos sólidos: "El alcalde sabe que yo estoy en Segovia para cuidar la ciudad, y que si mi informe hubiera sido negativo es que no se podía hacer de ninguna manera".

En efecto, Jurado es el arquitecto de confianza del alcalde: dirige la restauración del acueducto, trabaja en un estudio para rehabilitar el antiguo teatro Cervantes -otro sueño del munícipe, que quiere construir un palacio de congresos dentro de un amplio plan en tomo al monumento romano- y es miembro por designación directa de la comisión de patrimonio de la Junta de Castilla y León, que aprueba las actuaciones urbanísticas en las zonas de especial protección.

En su estudio, Jurado explica que cinco sondeos geotécnicos y uno geofísico del suelo aconsejaron desplazar la ubicación del aparcamiento desde el Paseo del Salón hasta la ladera contigua: la idea era alejarse de un suelo "posiblemente rico en restos arqueológicos", usar el edificio como un "elemento de contención de los desplazamientos del talud" y aprovechar el desnivel para construir "unas escaleras mecánicas, un pasillo rodante y un ascensor" que subirían hasta la Judería.

Extrañezas

Jurado concibe el aparcamiento no como "un simple almacén de vehículos", sino como una "decidida puerta de entrada a la ciudad": divide el edificio en siete plantas escalonadas, determina una capacidad para 350 coches y 32 autocares, planea pérgolas en el ático, 1.000 m2 de locales municipales para recibir a los turistas... Y diseña "una fachada con terrazas ajardinadas que sigan manteniendo la imagen verde del talud". Los accesos y el ajardinamiento disparan el coste hasta los 800 millones de pesetas, 200 más de lo habitual.El pliego de condiciones para adjudicar las obras se aprobó el 9 de enero pasado. Aunque admite todas las matizaciones posibles al estudio, el proyecto está en marcha. Sale entonces a la palestra la Academia de Historia y Arte San Quirce de Segovia. Su director, Carlos Romero de Lecea, invita a la ciudad a otros tres académicos de San Fernando: José Luis Álvarez -ex alcalde de Madrid-, Miguel de Oriol y Rafael de la Hoz. Tras una tensa reunión, el alcalde proclama que los académicos le han felicitado por sus planes. Lecea lo niega, añade que Escobar ya se ha apuntado otras veces aplausos que no han existido -cita el caso de la rehabilitación de las fachadas de la plaza Mayor-, y aunque reconoce que la comisión no llega a ver "con detalle" los planos del estudio -"el alcalde sólo nos leyó el proyecto"-aduce una queja genérica: "Siendo muy cierto el problema de aparcamiento en Segovia, igual de cierto es que hay soluciones y lugares menos comprometidos".

Lecea insinúa que el alcalde está tratando de mover el proyecto entre empresarios, comerciantes y hosteleros del recinto amurallado, que ven que sus establecimientos pueden ser más visitados si la gente llega a los pies de la muralla. La asociación de vecinos de la zona teme que el estacionamiento provoque una peatonalización drástica, dejando aislado al casco antiguo, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Jurado considera "gratuitas" las afirmaciones de los académicos: "Se mueven por presunciones. Estos estudios se suelen resolver con una página; nosotros nos hemos metido más a fondo por lo comprometido del asunto y encima nos critican. Me fastidia que se politicen las cosas".

Pero Romero de Lecea va más lejos. Sugiere que hay "cosas extrañas" en todo lo que rodea a la conservación del patrimonio en Segovia: "La Academia de San Quirce no tiene voto en la comisión territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León [por lo que se han negado a acudir a las reuniones], mientras dos arquitectos independientes son miembros con voz y voto".

Se refiere a Jurado y a Alberto García, que es autor del proyecto del edificio vecino al acueducto, paralizado en 1983 por la dirección general de Bellas Artes. La licencia fue otorgada por imperativo del Plan de El Salvador, en cuya redacción él mismo participó. García pertenece a Inprogarsa -Inmobiliaria Promotora García, S.A.-, empresa propietaria de la polémica estructura, que construirá el hotel. A ella está vinculado también el primer teniente de alcalde y portavoz municipal, José Ignacio García.

Expropiación fallida

La aprobación por los populares del expediente que cambió el uso residencial en hotelero no es sólo objeto de controversia en la Academia de San Fernando. En Segovia se confiaba en que el Gobierno regional expropiaría totalmente el inmueble, según fue requerido por un acuerdo de las Cortes de Castilla y León cuando presidía el Ejecutivo José María Aznar. Lecea se pegunta: "Si derribaron dos plantas en 1991, ¿por qué no siguen?".Su pregunta queda en el aire, mientras el Gobierno municipal rumia ya nuevos proyectos. El Ayuntamiento tiene muy avanzada la idea de construir un túnel, a 30 metros bajo tierra, que conecte las zonas oriental y occidental de la ciudad. Fomento realizará el estudio de viabilidad y la Junta, dará apoyo económico. Escobar sostiene que el túnel resolverá el problema del tráfico en el recinto histórico. Su nuevo sueño puede costar entre 800 y 1.200 millones de pesetas.

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