Sobre el tan tan
No deja de sorprender, a propios y extraños, la publicación, el día 2 de diciembre, del comentario del señor Barranco a la gestión del alcalde y sus manifestaciones religiosas y públicas.Sorprende porque, entre líneas y hablando de la misa en la plaza Mayor, dice Barranco que "fue ayer mismo". Es decir, tenemos que entender que su escrito se publica con tres semanas de retraso.
Denuncia Barranco, en acertado comentario, que la derecha municipal está logrando un Madrid mediocre, dócil, mariano, callado; una derecha municipal que, sin dejar espacio a la cultura, asfixia a Madrid en el silencio y la resignación.
Lo del silencio es cierto, pero lo de la resignación no, señor Barranco. Me explico: con demasiada frecuencia, el silencio ciudadano lo producen los medios de comunicación al secuestrar nuestras denuncias a la vez que ofrecen sus páginas de talante liberal e independiente (?). Ésos son los gritos de silenció que usted echa en falta, señor Barranco, los que se estrellan en los edificios de los diarios.
Sin embargo, de resignación nada, señor Barranco; usaremos ese tan tan urbano que tan bien conocemos, el de siempre, el que usamos cuando vivía el dictador. ¡Haremos lo que sea para que no nos callen!, ya que parece que algunos aún no han entendido el significado de tolerancia y libertad.
Desde este Madrid amordazado y de tan tan, desde este Madrid con olor, a incienso, bienaventurado sea, señor Barranco, porque denunció y se le publicó. Tres semanas han merecido la pena, y a mí me llenan de esperanza, pues yo mandé una parecida a la suya el 5 de noviembre-
