El Instituto Cervantes invertirá en Internet como alternativa a la limitación presupuestaria

El Instituto Cervantes apostará por las nuevas tecnologías. La restricción presupuestaria, que en 1997 deja al organismo encargado de difundir la lengua y la cultura españolas con una dotación casi igual a la de este año (4.489 millones de pesetas, sólo 27 más que en 1996), obliga a optar por nuevos y más económicos canales de enseñanza. El especialista en telemática José Antonio Millán trabaja ya en un plan Internet. En la apertura del curso 96-97, que se celebró ayer en El Escorial, el Rey y el presidente del Gobierno animaron a emprender la vía tecnológica.

Según se anunció en el acto celebrado ayer, éste será un curso marcado por las dificultades presupuestarias y la inmersión tecnológica del Cervantes, que mantiene 34 sedes en el mundo en las que trabajan 414 personas.El Cervantes, que celebró el pasado año 2.182 cursos -las sedes que más alumnos recibieron fueron Casablanca y Bucarest-, optará este año por una solución más económica, según anunció su director, Santiago de Mora-Figueroa, marqués de Tamarón: "Abrir en un plazo corto un centro virtual en Internet".

Ese trabajo, según dijeron a EL PAÍS fuentes del Cervantes, ha sido encargado ya a José Antonio Millán, especialista en telemática e informática. Según Mora, el proyecto está "casi ultimado" y será "quizás la primera red del mundo de este tipo". "Las autopistas de la información se prestan bien a los centros de idiomas", añadió", por su bajo coste y su fácil acceso a grandes grupos de personas".

Al ser preguntado por el aparente cambio de opinión del PP, que cuando ejercía la oposición insistía en reclamar más apoyo económico a, la lengua española, Mora dijo: "A los directores, todo nos parece escaso. Pero estamos contentos. Por lo menos, a falta de que lo apruebe el Parlamento, los fondos no han disminuido y eso aleja los temores que teníamos". Entre los objetivos inmediatos, Mora citó la "potenciación del apoyo privado" y la apertura de los centros de Chicago, Utrecht y Manchester.

En su discurso, don Juan Carlos se refirió a la necesidad de utilizar las modernas tecnologías como vehículo de expansión del español. El Rey destacó la importancia de "presentir lo nuevo" y dijo: "Formular con acentos actuales nuestro mensaje permanente y transmitirlo a través de los sistemas más modernos, que garanticen una más amplia y positiva recepción de sus valores, es una tarea a la que debemos prestar particular atención". José María Aznar afirmó que "el Gobierno tiene la firme voluntad de utilizar todos los medios a su alcance para impulsar una política coherente y audaz de difusión del español".

Entre los patronos que asistieron al acto se encontraban Francisco Ayala, Fernando Fernán-Gómez, Camilo José Cela, Vargas Llosa, Bioy Casares y Bryce Echenique.