El PNV acusa al PP de "cargarse" el Senado y amenaza con no participar en su reforma

El convenio de cooperación permanente entre Euskadi y Navarra amenaza con un revolcón al PP por parte de sus aliados del PNV. La Mesa del Senado dio ayer luz verde a la tramitación de las modificaciones, a la baja, propuestas por el PP para impedir la "federación encubierta" aprobada en junio por los Parlamentos de ambas comunidades. El recorte de los populares será votado en breve por el pleno, y el PNV se ha apresurado a amenazar con replantearse su presencia en la reforma de la Cámara alta. "El PP quiere cargarse el carácter autonómico del Senado", dijo Xabier Albistur. Patxi Irigibel, de Convergencia Navarra, e Inmaculada Boneta, de Eusko Alkartasuna, se sumaron a la queja. Denunciaron que la Cámara alta, si vota la propuesta del PP, se convertirá en "un órgano fiscalizador".

El convenio vasco-navarro amenaza con convertirse en un elemento más de fricción en las difíciles relaciones entre el Gobierno del PP y sus socios del PNV, cuando aún están recientes los conflictos por el recurso del Ejecutivo contra el impuesto de sociedades del País Vasco y por la política penitenciaria de rechazo al acercamiento global de los presos de ETA a cárceles de Euskadi. Tras la decisión de ayer de la Mesa de admitir a trámite las modificaciones propuestas por el PP, el pleno de la Cámara alta las votará antes de fin de mes.La votación presumiblemente se saldará con la aceptación de las modificaciones al disponer el PP de mayoría en la Cámara alta. No obstante, posteriormente la votación se trasladará al Congreso de los Diputados, y allí se impondrá la mayoría de socialistas y nacionalistas. Aun así, la indignación del PNV era ayer total.

"El PP se ha cargado el carácter autonómico del Senado; nos planteamos muy seriamente nuestra participación en la ponencia de reforma de la Cámara", dijo Albistur.

Las propuestas del PP, que habían sido presentadas la pasada semana por su portavoz, Pío García Escudero, se traducen básicamente en la alteración del término "órgano permanente" vasco-navarro por el de "órgano estable". La modificación es resultante de las presiones de Unión del Pueblo Navarro (UPN), la organización navarra de los populares, que teme la absorción de la comunidad navarra por la vasca, y se fundamenta en que el convenio vasco-návarro "puede exceder las competencias que la Constitución otorga a las comunidades autónomas".

El PP razona su propuesta porque en el texto de ambos Parlamentos "la cooperación abarca la práctica totalidad de las competencias de ambas comunidades, con el objetivo de coordinar las políticas respectivas, lo que puede conducir a la creación de un marco político común y por tanto a una federación encubierta".

El texto añade que "el carácter de cooperación, junto a la inexistencia de una cláusula de denuncia de la vigencia del acuerdo, refuerza la idea expuesta, habida cuenta de que la permanencia del órgano cabría interpretarse como que, desde el momento de la constitución, su mantenimiento es independiente de la voluntad futura de los Gobiernos y Parlamentos respectivos".

La Mesa del Senado, que cuenta con dos miembros del PP, dos nacionalistas -de CiU y Coalición Canaria- y tres del PSOE, rechazó mayoritariamente hace semanas la primera propuesta enmendadora de los populares, pero ayer la tramitó con el apoyo de los nacionalistas y la abstención socialista. Joan Rigol, de CiU, justificó su apoyo por considerar que las propuestas del PP están "suficientemente argumentadas" y deben tener la oportunidad de ser debatidas. Juan José Laborda, del PSOE, justificó su abstención por la misma razón que Rigol apoyó la tramitación, pero reafirmó su voluntad de votar en Contra de las modificaciones del Partido Popular.

Frente a la dura reacción del PNV, el presidente de Navarra, Miguel Sanz, de UPN, convocaba una rueda de prensa en Pamplona para expresar su satisfacción por la tramitación de sus propuestas.