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Jerome Charyn: "La escritura ha sido mi gran salvación"

La escritura ha sido mi gran salvación: un contraataque a la violencia que viví desde pequeño". Jerome Charyn (Nueva York, 1937) reconoce que haber nacido y crecido en el Bronx -uno de los barrios más problemáticos y deprimidos de Estados Unidos y perenne feudo de las mafias callejeras- fue la razón que le llevó a empezar a escribir, hace ahora 33 años. Conocido por su serie de novelas policiacas protagonizadas por el comisario Isaac Sidel y ambientadas en el Bronx, Charyn pasa por ser uno de los renovadores más activos del género criminal. Sin embargo, matiza: "No soy un escritor de novela negra, porque escribo sobre el crimen de manera experimental".Estos días ha vuelto a Barcelona, en donde residió medio año y escribió la novela Ojos azules, para promocionar su "atípica" autobiografía literaria El hombre barbo, escrita en 1980 y recuperada ahora por la editorial Thassàlia. Charyn describe aquí su infancia y adolescencia, su entorno familiar, sus aventuras callejeras y sus primeros pasos como escritor. El relato "busca provocar la catarsis en el lector". Para ello, ha transformando intencionadamente vivencias cotidianas convirtiéndolas en "sucesos amenazantes".

Vínculo con el lector

Con esta modificación de su realidad, Charyn también pretende crear un vínculo íntimo con el lector -"una danza erótica y sexual"- y hacerle ver "que no puede sentirse a salvo del relato porque es peligroso". Es, en este sentido, una biografía que busca la complicidad del lector, "su participación". Una de las descripciones más exactas incluidas en El hombre barbo son, según explica el propio autor, sus inicios como escritor. Lo describe así: "Comencé a escribir para romper con la imagen de un chico cayendo muerto".Con la primera narración, publicada en una revista de aventuras, en 1963, "no pensaba en ser escritor; simplemente en divertirme", recuerda. En su caso, la escritura vino condicionada por la realidad de su entorno. Un entorno "donde no había libros; donde nadie leía nada y en donde la gente sólo hablaba con gruñidos". De hecho, ser del Bronx "fue fundamental" para dedicarse a la escritura.

El novelista norteamericano escogió para el título de su biografía al barbo, "un pez que habita en el lodo y que asume el color del entorno". A su juicio, esta especie "es un ejemplo claro del espíritu de supervivencia que existía en el barrio". Charyn, que confiesa haber recibido influencias de los escritores James Joyce y William Faulkner, sentencia su entrecortado discurso aseverando que el Brorix actual es "un lugar donde no existe nada".

En su próxima novela, El Bronx, Charyn describe la situación que vive este barrio neoyorquino en la actualidad. "Evito", apunta con el semblante serio, "sentimentalizar todo aquello que viví".

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