_
_
_
_
_

La solución de los problemas técnicos facilita el éxito de Bocca en Madrid

Después de tres días de conflictos y arduas negociaciones entre la organización y el Ayuntamiento de Madrid, la función de anoche, la penúltima de Julio Bocca y su ballet argentino en Madrid, pareció una velada normal, sin protestas y con una fluida actuación del conjunto porteño. Julio Bocca abrió el programa con El Corsario, con una interpretación brillante y virtuosa que no fue recibida calurosamente por el público que abarrotaba el Patio del Cuartel del Conde Duque. Lino Patalano, representante del artista, declaró: "Esta plaza es tan importante para Julio Bocca como Nueva York o París". Una representante de la Concejalía de Cultura aseguró que "la voluntad institucional era que las actuaciones tuvieran lugar con la mayor calidad posible, y Julio Bocca ha prestado toda su colaboración".Las gradas, motivo del desaguisado en el estreno anteayer, fueron corregidas con una arquitectura provisional de madera en escalón. Pese a ello, parte del público se situó en los laterales y otros puntos, siempre en pie, para ver al divo argentino.

La actuación se completó con una coreografía del ballet moderno europeo: Pulsaciones, del italiano Vittorio Biagi, y el estreno de Versus Vitae, creado por José Antonio Ruiz especialmente para Bocca, sobre un concierto de Xavier Montsalvatge. Aun con los difíciles contenidos y armonías de la pieza de Biagi y la del catalán, el público se mostró entusiasmado. La noche la cerró una vez más el Tango, de Óscar Araiz, que con su poder y su magia dejó contentos a todos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_