_
_
_
_
_
TRAGEDIA EN LOS PIRINEOS

22 muertos y decenas de heridos por una riada

Una tromba de agua y piedras arrasó en segundos un cámping de Biescas, en el Pirineo oscense

"Hay decenas de personas por el río y entre el barro. Si no deja de llover, los muertos se contarán por decenas", señalaba anoche un voluntario de Cruz Roja que participaba en las labores de rescate de las víctimas de las inundaciones ocurridas en Biescas (Huesca) a causa de una fuerte tromba de agua. La Delegación del Gobierno daba durante la madrugada de ayer la cifra de 22 personas fallecidas, entre las cuales había varios niños. El cámping Las Nieves, de Biescas, en el que había 600 personas, quedó arrasado en unos segundos por una corriente de agua, piedras y lodo que arrastró todo lo que encontró a su paso. A primeras horas de la madrugada había varios cadáveres en los torrentes y decenas de personas permanecían agarradas a los árboles y los salientes del terreno en espera de ayuda. Las autoridades temían que hubiera un número indeterminado de desavarecidos.

Al menos 22 personas resultaron muertas y varias decenas heridas de diversa consideración por las inundaciones registradas sobre las seis de la tarde de ayer en Biescas (Huesca) a causa de una fuerte tormenta imprevista que desbordó los barrancos de Arás y Gorgol, según la Delegación del Gobierno en Aragón. Vecinos de la zona elevaban anoche considerablemente la cifra de muertos. De las víctimas confirmadas, 15 estaban en el depósito habilitado en Escuer, dos en Jaca, otras dos en Biescas y tres en la zona del suceso.La mayoría de los fallecidos estaban alojados en el cámping Las Nieves, en Biescas, que se encontraba al completo. El temor a que el número de víctimas sea mucho mayor se basa en los numerosos coches y caravanas que fueron arrastrados por la avalancha de lodo y piedras.

A las nueve de la noche, cuarenta heridos estaban siendo atendidos en el polideportivo de Biescas, aunque el responsable de las instalaciones indicó que preveía la llegada de "rnuchísimos más". La Guardia Civil requirió inmediatamente la colaboración de los médicos y personal sanitario que pudiera haber entre los numerosos veraneantes que se concentran en esta época en la zona, en la que hay varios cámpings.

La fuerza de la tormenta arrancó de cuajo el puente sobre el río Arás, que estaba desbordado. La carretera A-136 y otras próximas estaban cortadas y continuaban las avalanchas de agua y cieno procedentes de los estrechos barrancos por los que corría la tromba.

Unos 50 coches flotaban en las aguas, sin que se hubiera concretado si estaban ocupados. Testigos presenciales relataban anoche que habían visto a numerosas personas agarradas a los salientes de los barrancos o sujetándose en los árboles para no ser arrastradas.

Movilización general

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tras producirse la catástrofe fueron enviadas a la zona tropas de la compañía militar de Jaca, Guardia Civil, policía, Protección Civil, bomberos y 10 ambulancias. Posteriormente fueron movilizadas todas las ambulancias disponibles en la comunidad aragonesa.Un voluntario explicó al filo de la medianoche que se estaban instalando grandes focos en los márgenes del río para poder res catar a los heridos. La fuerte tormenta provocó que el barranco de Arás, situado junto al mismo, comenzara a arrastrar piedras y troncos de árboles, lo que bloqueó la desembocadura del barranco al río Gállego. En pocos instantes el agua saltó por encima de vehículos y caravanas, arrastrándolos hasta el río Gállego. Uno de los rescatados explicó: "Se lo ha llevado todo -caravanas, coches, calles- sólo ha quedado en pie la recepción. Nosotros teníamos dos perros atados y ní siquiera hemos podido soltarlos".

Anoche persistían los desbordamientos de los ríos y barrancos, con avalanchas de agua y barro. "Una catástrofe tremenda", confirmó un portavoz de la Delegación del Gobierno en Aragón, que señaló que en el río había varios cadáveres más. También quedó cortado el fluido eléctrico y la comunicación telefónica en varios pueblos, así como el acceso por carretera. Una vecina de Biescas explicó que el agua comenzó a salir por los lavabos y las cisternas de los inodoros como si fueran surtidores. Las viviendas de la zona baja del pueblo llegaron a acumular medio metro de agua.

La residencia de ancianos de Biescas fue habilitada como sala de curas, mientras en el polideportivo comenzaron a agruparse los evacuados. Poco antes de las once de la noche las numerosas personas que quedaron sin alojamiento comenzaron a ser trasladadas al acuartelamiento del regimiento Gravelinas, de Sabiñánigo.

El centro de salud de Sabiñánigo y el hospital de Jaca acogieron a la mayoría de los heridos. Uno de los guardias civiles participantes en las tareas comentó que los ingresados superan el medio centenar. En el centro de salud de Sabiñánigo se vivió un momento crítico a las 22.15, cuando un apagón dejó incomunicado y a oscuras el centro hospitalario. Numerosos equipos médicos de los hospitales San Jorge, de Huesca, y Miguel Servet, de Zaragoza, se trasladaron al barranco de Arás y el barranco de Sía, donde se concentra a los heridos. Más de un centenar de enfermeras y médicos que se encontraban de vacaciones en esta zona del Pirineo acudieron al centro de información que se ha habilitado en el Ayuntamiento de Sabiñánigo, y fueron distribuidos para reforzar los diferentes centros hospitalarios de la zona.

Una de las enfermeras voluntarias que atendía en Sabiñánigo a los evacuados comentaba anoche que éstos llegaban aterrados, sobre todo preguntando por sus familiares. La enfermera dijo que habían solicitado a Zaragoza material médico, dado que en la zona de la catástrofe apenas contaban ya con gasas y otros elementos para las primeras curas.

La Guardia Civil evacuó poco antes de la medianoche a 80 niños que estaban acampados en un albergue juvenil del valle de Pineta. Los chiquillos fueron trasladados a un hospital al comprobar que el caudal del río Cínca crecía alarmantemente.

La riada ha provocado numerosos derrumbamientos de la carretera que se diríje de Biescas a la frontera francesa del Portalé. Anoche también estaba cortada la carretera A-136 hacia Sallent.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_