Competitividad
El término competitividad se ha convertido en los últimos años en la panacea de toda acción económica y empresarial. Dicho término, unido al de liberalización, parece que nos van a llevar hacia una situación económica en la que el consumidor final es el beneficiado porque esa libre competencia va a llevar a una reducción de costes feroz entre los competidores y el producto final será más barato.Pero entretanto ese consumidor final siente que su situación laboral es un tanto precaria porque su empresa tiene que ajustar los costes para ser más competitiva que la competencia y ve así que su salario le hace ver caros hasta los precios más ajustados. Es entonces cuando los analistas económicos se vuelven locos pensando en por qué en España no termina de despegar el consumo privado... Quizá sea porque los costes de producción se ajustan cada vez más para ser competitivos y esto incluye el salario y el tipo de contratos de los trabajadores, que al fin y al cabo son esos consumidores finales que no generan esa demanda de producción, simplemente porque son víctimas de esa competitividad.
El ser competitivos debería ser un factor positivo, pero siempre que se contemple en unas condiciones más o menos iguales para las partes implicadas, porque espero que no lleguemos a equipararnos con los salarios que se perciben en el sureste asiático, por ejemplo..., aunque me temo que nos vamos acercando.-