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200.000 personas escoltan el féretro de Papandreu por las calles de Atenas

El pueblo griego no despidió ayer a un político. Dijo adiós a una leyenda. Más de 200.000 personas, según los cálculos más ecuánimes, acompañaron el féretro del líder del Movimiento Panhelénico Socialista (PASOK), Andreas Papandreu, fallecido el domingo a los 77 años, en su último paseo por las calles del centro de Atenas.

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Una multitud compuesta por hombres y mujeres de todas las edades recorrió, bajo una temperatura próxima a los 40 grados, los tres kilómetros y medio que separan la catedral ortodoxa del primer cementerio de la capital griega en pos del féretro, que envuelto en la bandera azul y blanca de Grecia era transportado por un vehículo militar."¡Inmortal, inmortal!", "¡Andreas estás vivo y eres nuestro guía!", "¡El PASOK está aquí, unido y fuerte!", coreaba la muchedumbre, mientras varias escuadrillas de cazabombarderos surcaban el plomizo cielo de Atenas. La gente caminaba lentamente haciendo flamear banderas rojas y las verdes del PASOK sin perder de vista en ningún momento los quioscos de refrescos para no deshidratarse. Las autoridades de Atenas desplegaron un fuerte dispositivo policial en las calles y distribuyeron 10 unidades móviles con equipos sanitarios para atender los desfallecimientos. Cuando el cortejo fúnebre llegó a la tumba del soldado desconocido, junto al Parlamento, se guardó un minuto de silencio y fueron disparadas 21 salvas en honor de Papandreu.

El funeral comenzó a las 14.30 (13.30, hora peninsular española), con un breve oficio religioso presidido por el arzobispo de Atenas, Serafín. Posteriormente pronunciaron discursos diferentes personalidades de la escena política griega y el presidente de la Internacional Socialista, el francés Pierre Mauroy.

El primero en hablar fue el primer ministro griego, Costas Simitis, quien dijo que el PASOK puede haber perdido a su líder, pero no su alma, y se comprometió a continuar la obra de Papandreu. "Papandreu simbolizaba la lucha del pueblo por una radical modernización del país, por el fin de las influencias extranjeras, por la abolición de la guerra civil y por la democracia social", añadió.

Pero quizá el discurso más emotivo lo pronunció el hijo de Papandreu, Giorgios, actual ministro de! Educación. "Tú forjaste frases como independencia nacional, el pueblo en el poder, Grecia para los griegos, y protegiste al débil en nuestro país y en el mundo", dijo Giorgos.

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Los principales líderes extranjeros que asistieron al sepelio -entre ellos el ex presidente español Felipe González; el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic; el ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, y otros altos dignatarios de los Balcanes y de Oriente Próximo- atendieron a los discursos, pero no acompañaron el cortejo fúnebre.

La marcha fúnebre llegó al cementerio pasadas las cinco de la tarde. Allí fue abierto el féretro, momento en el que tanto Dimitra Lianli, su última esposa, como Margaret Chant, la anterior, rompieron a llorar.

Aunque de momento no se sabe si Papandreu dejó testamento, todo el mundo da por seguro que Dimitra vivirá apartada de la política activa en un futuro próximo y que se retirará a su lujosísima mansión de Cali, la llamada Villa Rosa.

Tampoco parece, y así lo ha negado tajantemente el antiguo portavoz del Gobierno, Telemacos Hytiris, que el líder del PASOK haya dejado escrita su última voluntad política. No obstante, Papandreu dedicó sus últimas horas de vida a preparar el discurso que iba a pronunciar en la apertura del congreso extraordinario del partido que se inicia hoy. Un congreso en el que se elegirá al nuevo líder del partido y en el que los socialistas griegos tienen ante sí el reto de demostrar que el PASOK es capaz de sobrevivir a Papandreu.

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