_
_
_
_
_

La fiesta taurina persiste gracias a las subvenciones de los ayuntamientos

Vicente González Olaya

Las corridas de toros en los pueblos de la región sólo son rentables gracias a las ayudas municipales. La mayoría de los ayuntamientos subvencionan con cantidades que van desde un millón a los 15 los espectáculos taurinos en sus municipios con el fin de atraer a los recelosos empresarios. La afición local les obliga a ello. La Comunidad de Madrid, sin embargo, se opone a subvencionar con su Plan Regional de Inversiones (Prisma) la creación de nuevos cosos. Argumenta que no se trata de necesidades primordiales y niega el dinero a los ayuntamientos. Este año seis pueblos han oído el no oficial.

Más información
Los encierros de Leganés peligran por su albero
Las obras del 'coso vertiginoso' nunca cesan

La escasa capacidad de las plazas (la suma de los aforos de todos los cosos fijos de Madrid ronda los 127.000 asientos), el alto coste que supone la contratación de toreros (de 15 millones a 500.000 pesetas por corrida) y el precio de los toros (de dos millones a 500.000 pesetas por animal) elevan los gastos de los espectáculos. Para hacerlos rentables en los pueblos, los empresarios aumentan los precios en las plazas más pequeñas. Se da así la circunstancia de que la entrada más barata en la plaza de Ciempozuelos (12.190 habitantes) es de unas 2.000 pesetas y en Las Ventas de sólo 400.En Madrid hay 26 plazas fijas y una pléyade de portátiles. El año pasado, 120 municipios celebraron corridas. José Félix González, uno de los más destacados empresarios madrileños, comenta: "El mundo taurino en Madrid no es homogéneo. Va desde la primera plaza del mundo, Las Ventas, hasta cosos portátiles en pequeños pueblos".

Ganar 800 millones

Y continúa: "Las Ventas es una plaza muy rentable, donde se pueden ganar 800 millones al año, por ejemplo, mientras que en municipios como Arganda (29.000 habitantes) sólo las subvenciones municipales, permiten que el espectáculo subsista. El romanticismo ha quedado atrás". Sólo Colmenar Viejo (28.100 habitantes), El Escorial (9.140 habitantes) y Aranjuez (39.400 habitantes) no subvencionan los espectáculos.La afición en Madrid es de las más numerosas de España, según los empresarios taurinos. "Hay mucha afición", dice González. "En los pueblos las plazas se llenan, algo que no ocurre en Andalucía o Salamanca, por ejemplo", relata. De hecho, en los últimos años han surgido nuevas plazas en Madrid (Móstoles, Torrejón) y otras dos están en construcción (Vistalegre y Leganés). "Todo por el prurito de los ayuntamientos de tener una plaza fija en vez de una portátil. Es que viste mucho", añade González.

A pesar de esta afición, la Comunidad de Madrid no quiere subvencionar con el Prisma la construcción de nuevos edificios Alejandro Sanz, director general de Administración Local, lo explica: "Los toros no son una necesidad municipal. El dinero de las inversiones no puede dedicar se a esto".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los precios para ver toros en Madrid oscilan mucho. Desde las 15.000 pesetas de una barrera en Las Ventas hasta las 2.000 pesetas de las plazas menores. Los precios que cobran los toreros también oscilan: desde 15 millones de las figuras en Las Ventas, hasta las 500.000 de los novilleros en las plazas de tercera. De esta cantidad, los matadores tienen que pagar los gastos de desplazamiento y alojamiento de sus cuadrillas (tres banderilleros, dos picadores, un mozo de espadas y el ayuda).

Madrid, a pesar de lo que ahora pueda parecer, siempre ha sido zona de toros. Hasta el siglo XVII, según el escritor Diego Lechuga, "los astados pastaban libres por las dehesas en torno a la vega del Jarama".

A partir de ese siglo, en la zona de Alcalá de Henares (167.000 habitantes), comienzan a ser cruzados con criterios de selección de bravura. La ganadería de José Vázquez, extinta Alea, en Colmenar Viejo, es la más antigua de España. Fue fundada el 5 de mayo de 1788.

El auge de los toros bravos en Madrid hizo que la Corona se fijase en ellos. Fernando VII creó su propio hierro en Aranjuez (39.400 habitantes), la Real Vacada. Luego, las reses pasaron a manos de los nobles Salvador Gaviria y el duque de Veragua.

En la región existen actualmente 88 ganaderías, repartidas por el norte y noroeste de la provincia, principalmente. Sin embargo, los empresarios que las poseen no suelen tener los astados por las dehesas de la región. Sólo mantienen en Madrid sus oficinas. La mayoría prefiere tener las reses en Extremadura, Salamanca o Andalucía. De hecho, en Madrid sólo pastan unos 250 toros de lidia, según los ganaderos.

Hierros famosos en Madrid hay muchos: Victorino Martín, que tiene sus oficinas en Galapagar (15.400 habitantes); Baltasar Iván, en El Escorial; Victoriano del Río, en Miraflores (3.250 habitantes); Los Eulogios, en Colmenar Viejo, y Hernández Pla, en Ciempozuelos.

La comodidad de Madrid

José Antonio Hernández, propietario de la ganadería Hernández Pla, una de las más destacadas de España, lo explica: "Tener los toros pastando en Madrid es muy cómodo. Estás a pocos minutos de la capital y eso además viste mucho. Sin embargo, mantener en la región ganaderías es muy difícil, sobre todo por la presión urbanística. Nuestros terrenos valen auténticas millonadas y siempre te ronda por la cabeza vender todo y marcharte. Pero los toros tiran mucho".En la Comunidad, las ganaderías se encuentran con un problema añadido: la contaminación de los ríos del sur y sureste. José Antonio Hernández comenta que sus reses -una parte de las cuales pastan a orillas del Jarama- no beben nunca de este río. "Tengo manantiales propios para que abreven, porque el agua del río Jarama baja terriblemente sucia por los detergentes, grasas y esas cosas".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_