Álvarez niega su implicación en un asesinato de los GAL
El ex jefe del Mando Único de la Lucha Antiterrorista Francisco Álvarez negó ayer ante el juez Carlos Dívar cualquier implicación con el asesinato, del ciudadano francés Robert Caplanne, crimen cuya autoría asumieron los GAL y en el que le había implicado el confidente policial Ismael Miquel Gutiérrez.Álvarez compareció en calidad de imputado,debido a que Miquel, jefe del comando que asesinó a Caplanne por error -lo confundieron con el etarra Enrique Errasti- el 23 de diciembre de 1985, le acusó en una carta de haber sido el inductor de la acción.
Miquel se encuentra en una prisión de Bangkok (Tailandia), donde cumple cadena perpetua por narcotráfico. Pretende acabar de cumplir la pena en España, ya que la liquidación de condena sería sobre un máximo de 30 años. El juez Carlos Dívar estudia las normas de extradición con Tailandia para ver la posibilidad de traer a Miquel, quien, aparte de la condena por tráfico de droga que está cumpliendo, sería juzgado por el asesinato de Caplanne. Tres miembros de su comando -Javier Rovira, José Luis Fariñas y Jorge Porta- ya fueron condenados en 1987 por el crimen.
El ex jefe de la lucha antiterrorista dijo al juez que no propuso a Miquel la organización de un comando para eliminar etarras en Francia y negó también que hubiera ordenado a su entonces subordinado Jorge de Haro que entregase armas al grupo y les diese instrucciones sobre los objetivos, en contra de lo que afirmaba el confidente
Infiltrado
Álvarez declaró que Miquel fue a su despacho a ofrecerse como infiltrado en una red de tráfico de heroína del sudeste asiático, en la que al parecer estaban implicados militares de alta graduación de un país de Oriente Medio.El ex policía explicó que elaboró un informe que elevó a su superior, entonces Julián Sancristóbal, en el que exponía las condiciones de Miquel para infiltrarse en la red de narcotráfico. Sancristóbal a su vez habría informado al fiscal antidroga, José Jiménez Villarejo, quien rechazó que se llevase a cabo la operación por considerarla ilegal.
Alvarez dijo también que en la época del atentado contra Caplanne no tenía responsabilidad para ordenar detenciones o manejar fondos reservados. En esas fechas se dedicaba a coordinar la información sobre la lucha antiterrorista entre la Policía y la Guardia Civil.
Tras su declaración, ni el fiscal ni la acción popular solicitaron la adopción de medidas cautelares contra Francisco Álvarez, aunque el juez mantiene su condición de imputado.,
