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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Aclaración de José Luis Gutiérrez

Querido director: advierto últimamente en el periódico que diriges, tan excelente, como siempre por otra parte, un cierto frenesí reproductor, un pulso casi ovíparo, que a veces, como en el caso que nos ocupa, puede confundir y desinformar a tus muchos lectores. En lo que a mi modesta persona se refiere, el diario EL PAÍS reprodujo el pasado miércoles, día 17 de abril, en su página 29 de la sección de "Sociedad", uno de los textos editoriales más lamentables de la historia de la Prensa española reciente. Me refiero al de mi antiguo periódico, Diario 16, del martes 16 de abril. En un recuadro titulado Silencio roto, tu periódico recoge los ataques del editorial de Diario 16 contra vanos periodistas entre los que me encuentro, a pesar de que, dos meses antes, yo era su director. Todas las patrañas y excusas sobre mi cese -uno de los cuatro directores de periódicos nacionales, cesado en plena campaña electoral, casi nada- ya han recibido cumplida respuesta en un largo y reciente artículo que publiqué el pasado día 17 en el diario Abc, pero no quiero dejar sin comentar el insólito hecho que supone publicar en un editorial tamañas falsedades, calumnias e injurias sobre mi persona. Se recoge en EL PAÍS que en plena crisis del periódico me subí el salario en cinco millones de pesetas. Es una tosca falsedad, de juzgado de guardia. Cuando fui nombrado Director General de Publicaciones del Grupo 16, el 13 de enero de 1995, se me adjudicó varios meses más tarde, el 10 de mayo exactamente, un salario bruto de seis millones de pesetas, "dadas las dificultades económicas por las que atraviesa la empresa", según la carta del entonces consejero delegado. Días más tarde, escribí carta al entonces presidente del Grupo, por la que renunciaba, dadas las citadas dificultades económicas, "a mis emolumentos como director de publicaciones". Es decir, renuncié a tales emolumentos, no cobré por un año ocupando el cargo ni una sola peseta y, además, renuncié a exigir su pago en la correspondiente liquidación tras mi despido. También se habla en el citado recuadro de mi indemPasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

nización. Para correcta información de los lectores, debo decir que soy el único director de toda la historia de Diario 16 que ha renunciado a los derechos di contrato de dirección y a otras partidas que se me adeudaban, que hubieran supuesto casi un tercio más de toda la indemnización. Tan sólo exigí -y así fue acordado con los representantes de la empresa, en acto de conciliación firmado en Magistratura- mis derechos amparados en la Ley del Estatuto de los Trabajadores y los salarios devengados y adeudados por la empresa. Nada más.

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Además, conocidas las dificultades del periódico, se me liquidó con una docena de letras, cuyo vencimiento aún no: se ha iniciado, tres meses después de haber sido cesado.

Creo imprescindible dejar claros todos estos puntos al tiempo que hago votos para que los problemas de la que ha sido mi casa durante los últimos veinte años se solucionen satisfactoriamente. Creo que sus buenos y sufridos profesionales lo merecen ciertamente.- ex director de Diario 16.

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