José Luis Pellicena "baja a los infiernos"' de Cortázar
El actor estrena 'No se culpe a nadie de mi vida con textos del escritor argentino
Dos viejos enamorados y envenenados de Julio Cortázar se han unido para hacer transitar sobre un escenario los universos heterodoxos del escritor argentino. José Luis Pellicena como actor, y Emilio Hernández como director, estrenan No se culpe a nadie de mi vida, título tomado de un verso del autor de Rayuela, para el espectáculo con el que realizan "una bajada a los inflemos de Cortázar". Será hoy, lunes, en una función única dentro del teatro María Guerrero de Madrid y en el teatro Lara a partir del próximo día 19.
No se culpe a nadie de mi vida es una reflexión y buceo sobre la memoria, a través del viaje por la noche de un hombre. "Es una bajada a los infiernos de Cortázar", señala Pellicena, quien destaca la gran carga de humor y de ironía del autor, algo que en todo momento él y Hernández han tratado de recoger en el montaje. "Lo que también hemos intentado", dice el actor, "es dar a conocer no sólo al escritor, sino al hombre, un hombre con una vida muy compleja y atractiva, cuya literatura, reflejo de esa alma que habitaba dentro de su cuerpo, es la que nos gustaría transmitir".Pellicena subirá solo al escenario. "Tengo pánico a ese momento, el auténtico valor es el que consigue vencer al miedo, menos mal que hemos trabajado de manera seria y profunda y confiamos en el espectáculo, porque si no a ver cómo salgo yo solo al escenario", dice el actor, quien se enfrenta por segunda vez en su carrera a un monólogo, tras el que hizo, en la década pasada, con dirección de José Luis Alonso y textos de Rafael Alberti.
Según Pellicena, la tarea de la búsqueda de la teatralidad en este espectáculo se la ha hecho especialmente asequible el propio autor: "Su prosa es muy penetrante, incisiva y produce la sensación, todo el rato, de que dialoga con el lector y ello me facilita mi trabajo", asegura.
La idea de este recorrido por el universo heterogéneo y heterodoxo de Cortázar partió del director Emilio Hernández, quien comparte con Pellicena la pasión por el autor argentino. "Nuestra intención era recoger esa postura de Cortázar ante la vida y para ello yo necesitaba un gran actor que hiciera teatro donde no lo hay", señala Hernández.