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Londres protesta por los nuevos controles en Gibraltar

El Gobierno británico reaccionó ayer con dureza a la imposición, el jueves, de un estricto control aduanero y policial en el acceso a Gibraltar, que parece indicar que España ha elegido la confrontación. El control fue instaurado tras la caída al mar, el miércoles, de un helicóptero de la Guardia Civil, y la muerte de un miembro de su tripulación. Perseguía a una planeadora de la colonia que presumiblemente había desembarcado hachís en la costa gaditana.

El número dos de la diplomacia británica, David Davis, aseguró ayer que "no se justifica la reintroducción" de inspecciones adicionales "en la frontera entre España y Gibraltar", que ya estuvieron en vigor en la primavera de 1995. "El narcotráfico que aún se lleva a cabo se realiza en el mar", añade, y "no hay evidencia de que las drogas atraviesen la frontera terrestre"."Los controles desproporcionados y las demoras en la frontera no resuelven el problema", añadió, refiriéndose a las colas que ayer se produjeron en La Verja, que numerosos viajeros tardaron hasta tres horas en cruzar. Esas medidas, prosiguió, "constituyen una forma de ejercer presiones en un área inconexa".

Tras recordar que la mitad de los gibraltareños expresaron en julio de 1995 su rechazo al contrabando, concluye: "El resultado de estos controles será perjudicar a las mismas personas que han actuado en contra del contrabando". "Este problema requiere cooperación, no confrontación".

El secretario de Estado reiteró el compromiso británico con la erradicación del narcotráfico y recordó las medidas adoptadas en julio de 1995 por las autoridades de la colonia a instancias de Londres para acabar con, las planeadoras. Asegura que, hoy en día siguen en esa línea.

Gibraltar se convirtió ayer en una ratonera de la que se necesita mucha paciencia para salir. Los rigurosos controles para "frenar la impunidad" con que actúan los contrabandistas han supuesto la formación de interminables colas de vehículos ante la aduana de La Línea de la Concepción (Cádiz), pero, sobre todo, la indignación general a ambos lados de La Verja.

En este contexto de tensión, el ministro principal de Gibraltar, el laborista Joe Bossano, anunció ayer que las elecciones generales tendrán lugar el 16 de mayo, informa Joe García. Cuatro partidos se presentarán a los comicios, en los que votarán unos 18.500 electores, pero el grueso de los 15 escaños de la asamblea se los repartirán los socialistas y sus rivales socialdemócratas de Peter Caruana, aunque el Partido Nacional también puede lograr alguno.

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