Auditorio Nacional
Quiero expresar mi indignación por un hecho que al haberse reiterado pone de manifiesto la insolidaria posición de los responsables del Auditorio Nacional de Música de Madrid.El Auditorio no dispone de facilidades para minusválidos no sólo en los accesos generales, sino tampoco para los artistas que, sufriendo alguna dificultad para moverse de manera autónoma, necesitan para poder acceder al escenario la silla de ruedas o sistema similar.
En el concierto ofrecido por Itzhark Perlman, violinista de reconocido prestigio y que tiene grandes dificultades de motricidad, se solicitó de los responsables del Auditorio la instalación de una sencilla rampa de madera que hiciera accesible el escenario para el intérprete, a lo que abiertamente se negaron los citados responsables con el consiguiente enfado por parte del señor PerIman. Ahora, y con motivo del concierto ofrecido por el insigne flauta Jean-Pierre Rampal, se ha vuelto a presentar el problema sin que se haya realizado el menor gesto para facilitar su acceso al escenario. El argumento esgrimido por la dirección del Auditorio es que el número de intérpretes que pueden presentar discapacidades es mínimo y supongo que esto no hace rentable 1 a instalación de rampas de acceso.
Dado lo elevado de los importes que percibe el Auditorio en concepto de uso de sus instalaciones para la celebración de conciertos, ¿qué beneficios estima la dirección del Auditorio necesarios para rentabilizar la instalación de unas rampas de madera? ¿O se trata únicamente de un problema de insolidaridad e incultura?-
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