La caída del muro en el 'día D'
El Gobierno bosnio ha conseguido finalmente uno de sus objetivos prioritarios en la mesa de negociaciones, la reunificación de la capital, Sarajevo, pero el modelo de ciudad multiétnica previsto en el acuerdo de paz de Dayton está muy lejos de ser una realidad.La caída del muro que dividía Sarajevo ha sido posible después de un tormentoso, proceso de reintegración de los barrios ocupados por las fuerzas político-militares serbias desde el comienzo de la guerra en 1992. La alegría de los habitantes y dirigentes de la capital bosnia por vivir de nuevo en una ciudad abierta en la que se han levantado todas las barreras contrasta con la herencia de destrucción que han dejado los ocupantes serbios.
Grbavica, el último barrio abandonado ayer, es el más claro ejemplo de la irracionalidad del comportamiento de los fanatizados líderes serbobosnios, que no han dudado en sembrar primero el pánico y después el terror entre su población para forzar un éxodo masivo. De este modo, Radovan Karadzic y compañía han intentado presentar al mundo, con escaso éxito, la huida masiva de sus gentes de los barrios de Sarajevo como un ejemplo del temor que inspira el Gobierno de la federación bosnio-croata entre los ciudadanos serbios.Huida de los serbobosnios
Sin embargó, más allá de las falacias de los líderes de Pale, no es ningún éxito para nadie y en nada favorece a la idea de una Bosnia multinacional el hecho de que la inmensa mayoría de la población serbia de Sarajevo se ha marchado. Se han ido porque han querido, sostienen los dirigentes de la ciudad recién reunificada, pero no es menos cierto que el radicalismo de algunos sectores de la federación -especialmente del sector croata- no ha servido para tranquilizar a aquellos ciudadanos serbios que por propia voluntad jamás se habrían ido para engrosar las filas de miles de refugiados.
Queda todavía en Sarajevo un pequeño contencioso por resolver. Los dos sectores del barrio de Dobrinja dominados por los serbios en los que la línea de demarcación entre la Administración de la federación y de la república serbia atraviesan literalmente edificios de dicho barrio. Ayer, el día D según Dayton, los negociadores de ambos bandos han sido incapaces de llegar a un acuerdo.
El ministro del Interior bosnio, Avdo Hebib, aseguraba ayer en el barrio de Grbavica que su Gobierno quiere resolver la situación de Dobrinja cuanto antes. Pero los 12.000 serbios que siguen allí, muchos de ellos procedentes de los barrios evacuados, no quieren ni oír hablar de vivir bajo administración dé las autoridades de la federación.
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