Acostumbrados a la impunidad
El tapón. Popescu hacia arriba, Bakero recostándose en la zona de la media punta, Hagi con tendencia a dejar la banda y buscar por el centro... El Barça quiso en la primera parte explotar el claro a la espalda de la media españolista, el vacío frente a sus desocupados centrales, pero no consiguió otra cosa que crear un tapón en tomo a Iván de la Peña. Rodeado de amigos y enemigos, el talento de Lo Pelat no tuvo espacio para expresarse. En la segunda mitad los cambios le abrieron más espacio a Iván, pero entonces vimos que no era su noche.El penalti. Los defensas están demasiado acostumbrados a la impunidad. Sólo eso explica un penalti tan burdo como el que le hizo Pochettino a Abelardo, y que abrió el marcador. Y no sólo ellos: todos estarnos tan acostumbrados a que los defensas se tomen ventajas que hasta sorprendió que se señalara. Bienvenida sea la decisión de García Aranda y que cunda el ejemplo.
Arteaga. Un buen jugador de banda, que se sabe mover también por otras zonas. Colocación, sacrificio y desborde. Todo un valor.
Metro a metro. Como siempre, el Espanyol hizo de cada metro una batalla. Un Barça de buena técnica pero sin los mecanismos colectivos engrasados se encontró por eso con muchos problemas. Le salvó la torpeza de Pochettino.
Hagi. Un buen jugador que rinde muy poco. Anárquico en su colocación y en el ritmo de juego, los años van pasando y no termina de sacar partido a sus excelentes condiciones.