Leganés, con vistas al Tíbet

Un dulzón olor a incienso y los ecos monocordes de una oración budista son las primeras sensaciones que reciben los visitantes de Mirada al Tíbet, una exposición que intenta compendiar la milenaria cultura asiática en el Centro Las Dehesillas de Leganés (178.000 habitantes).Más de un centenar de piezas intentan mostrar la peculiaridad del pueblo tibetano a través de fotografías de sus gentes y objetos relacionados con su arte y su religión.

"Es un pueblo en el que, la espiritualidad lo impregna todo, hasta lo más cotidiano", señala Mercedes de Blas, integrante de la organización Rok-Pa, responsable de la muestra que permanecerá accesible en Leganés hasta el 20 de diciembre.

Rezos para Buda

Quizá por esa razón la mayor parte de los objetos están relacionados con la tradición religiosa budista: desde la media docena de esculturas que simbolizan algunas de sus divinidades, hasta los objetos musicales con los que el pueblo tibetano acompaña unos rezos que están a mitad de camino entre el canto religioso y el recitado. De las primeras destacan las representaciones de Buda o Chenresi (una figura de ocho brazos que simboliza el llamado cuerpo de gozo, cuya representación física, ostenta el Dalai Lama).

Siguiendo la tradición del país, las caras de las estatuas están realizadas sin utilizar ningún tipo de pigmento y se consigue el color dorado con auténtico polvo de oro.

La gama de instrumentos músico-religiosos abarca desde los molinillos de oración, una especie de sonajero metálico en cuyo interior se introduce un mantra (oración) y que se hace sonar rítmicamente mientras se camina, ya por las calle de Leganés o por los altos senderos del macizo del Himalaya, a las campanas y damarus, una especie de tambores con doble cubierta que suenan cuando se gira la mano gracias a las piedras que cuelgan de dos cuerdas a sus costados.

Hay también una serie de puñales rituales llamados phurvas y un altar de homenaje a un niño reconocido como una de las reencarnaciones actuales de Padmasambava, o gurú Rimpoché, introductor del budismo en el Tíbet en el siglo VIII.

Fotografías de la ayuda

De las paredes cuelgan algunas tankas (cuadros pintados en tela), con representaciones de Manyusi (ser que ayuda al mundo de la sabiduría), Milarepa (un mago del siglo XI que consiguió el nirvana tras 12 años de meditación) o una Tara verde (divinidad de la actividad mágica). La exposición se completa con una sección fotográfica y un área de proyecciones sobre los trabajos de ayuda que ha desarrollado Rok-Pa, la única organización que trabaja en el campo de la educación y la asistencia médica en Tíbet.

Los proyectos de desarrollo más importantes son en estos momentos una escuela y un centro de salud en Dharag y una universidad monástica en Dolma Lhakang.

Para no dificultar su trabajo, todos los miembros de Rok-Pa prefieren no hacer declaraciones en torno a la situación política del país (bajo control chino, pero con un fuerte movimiento nacionalista e independentista vinculado a la jerarquía religiosa) y se limitan a destacar la situación de necesidad en la que se encuentra este pueblo.

Mirada al Tibet. Hasta el 20 de diciembre. Centro cultural Las Dehesillas. Carretera de Getafe, 2. Leganés. Entrada gratuita.