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Reportaje:

Las ambiguas relaciones del poder y el arte

Escritores, artistas y pintores se pronuncian por la independencia frente al control político

Amelia Castilla

Ya no hay bodeguilla. Hace años que Felipe González no necesita el consejo de los artistas. ¿Connivencia, independencia o crítica? ¿Qué postura deben adoptar los artistas frente a las actitudes del poder para evitar la crítica y controlar el discurso cultural? Subvenciones, disponibilidad de infraestructuras del patrimonio, el patrocinio de la obra individual y la contratación de artistas durante las fiestas son sólo un ejemplo de las posibles formas de control. Sólo la cultura mantiene 250.000 puestos de trabajo y el sector público le dedica 400.000 millones de pesetas anuales. En la encuesta que se ofrece abajo, escritores, pintores artistas se rasgan las vestiduras ante las injerencias del poder. "El autor, con hacer un buen trabajo, ya tiene bastante", dice Antonio López; Albert Boadella es partidario de meterse hasta el cuello en la mierda, y, como dicen en el pueblo de Antonio Gala, "un olivar dura más que un ministro".

Antonio López. ¿Quién patrocina el arte? La Iglesia, el poder y el dinero, según las épocas. El autor, con ser honesto y hacer un buen trabajo, ya tiene bastante. Hasta los impresionistas, el arte no funcionó por su propia cuenta y por su propio impulso. Ese es un precedente que hemos seguido todos, primero está el trabajo individual y luego encontrar a alguien que lo pague. ¿Puede el poder ensuciar al artista? Depende de quién lo haga; hay gente que desea ser vasallo y otros que no lo serán nunca. Miguel Ángel estaba al servicio de los papas y nunca hizo lo que no debía; ¿qué más da que fueran indignos los que encargaban los trabajos? En este momento la causa que más me interesa es la ecológica, ésa es la gran amenaza para todos y lo que al final va a decidir todo; el resto son jueguecitos de salón.Pablo Guerrero. El compromiso tiene que ser ético y estético con la propia obra. El artista tiene que intentar comunicar su verdad al público y ser absolutamente crítico con el poder o pasar absolutamente de él. No se debe sentir presionado en ningún momento por ideologías de tipo doctrinario. Creo que hay que comunicarse a través de los sentidos y no a través de las ideas. Hay que tomar posturas sobre temas concretos; en este sentido me preocupa especialmente la degradación del medio ambiente y la ecología. No soy nada nacionalista, creo que la mente humana debe abrirse a la evidencia del planeta.

Albert Boadella. Los artistas deben ser independientes del poder, lo que no quiere decir independencia ideológica. El problema de Europa en las últimas décadas es que, a través de las subvenciones, se han conseguido tributos de vasallaje. El poder se ha convertido en el mecenas del artista, el cual, como contrapartida, debe tender a la independencia y a la libertad. Yo soy partidario de que pague el público. La actitud del artista debe ser transgresora con respecto al poder; no hay poder perfecto; por eso artistas e intelectuales deben apuntar sus críticas en esa dirección. Milito en el PSC porque siempre me ha gustado llenarme de mierda hasta el cuello y porque no me gusta que el artista esté por encima del bien y del mal.

José Menese. Cada uno tiene sus ideas y ha de pechar con ellas. Yo no soy chaquetero. Como cantante flamenco he tenido muchísimos reveses, y los sigo teniendo sólo por militar en el PCE. Yo le digo mucho a mi mujer que he nacido para ser como soy, mi rebeldía va unida a mi forma de pensar. Cuando voy a grabar un disco sólo me planteo hablar de mis cosas, de mis vivencias, de lo que me rodea. Mis primeros trabajos se referían a lo que pasaba en mi pueblo y la gentuza que había allí. Es curioso, pero a mí todos han querido quitarme de en medio: lo mismo fascistas que socialistas, quizás porque nunca he estado del lado de los ganadores. Todavía estoy vetado por algunos ayuntamientos. Los artistas, si están comprometidos, deben desarrollar ese compromiso con talento.

Eduardo Úrculo. El artista debe estar comprometido, en primer lugar, consigo mismo, y luego, con su trabajo; sin ese principio no hay compromiso posterior. Claro que, eso no es óbice para que el artista se desentienda de los problemas que afectan a la condición humana. El artista debe estar lo más alejado posible del poder. El poder, que es sinónimo del Estado, utiliza a los individuos. En estos últimos años, mi generación ha sostenido una relación bastante estrecha con el poder. Hemos sido queridos y nos han dado chocolatinas, y eso no es bueno ni ha resultado rentable nada más que para algunos bolsillos.

Carlos Saura. Con el poder no me he comprometido nunca. Soy muy individual, y, desde mi punto de vista, los compromisos deben ser morales y personales. Hay muchas causas, yo me comprometo a defender algunas y atacar las que no me gustan. Siempre he estado del lado de la izquierda, aunque reconozco que con el franquismo era más fácil adoptar una postura. A mí todo el mundo me ha tildado, siempre de compañero de viaje, y me parece bien que sea así, porque yo no pertenezco a ningún partido. Eso está fuera de mis principios, soy muy anárquico.

Alex de la Iglesia. Sería mejor preguntarle eso al poder que a los que nos dedicamos a la producción creativa. El arte abstracto progresó en Estados Unidos gracias a la CIA; seguro que Jackson Pollock se consideraba un gran artista y no sabía que era al Gobierno al que le interesaba que lo pareciera. Claro que también podría darse el caso contrario; hay autores muy importantes olvidados por la historia debido al que fue su jefe. Es el caso del arquitecto alemán nazi Speer, destinado a edificar la capital del mundo y cuya obra se quedó en proyecto. A los grandes autores siempre se les atribuyen procedencias de uno u otro signo. De Heidegger decían que era nazi, y de John Ford, que era un cabrón, pero, bueno, ahí están sus obras. Con respecto al poder, creo que hay que ser críticos aunque lo haga bien, porque es necesario que exista una antítesis para que haya una conclusión.

Vizcaíno Casas. Siempre he creído que la cultura, en cualquiera de sus manifestaciones, debería ser completamente independiente de los poderes públicos. Desgraciadamente, en la actualidad los poderes públicos influyen cada vez más en los ámbitos culturales, y los controlan y dirigen, lo cual, además de inconstitucional, es una vergüenza que padecemos quienes somos independientes. Un intelectual debe ser observador de su tiempo y de su entorno, y contarlo con absoluta honestidad, aunque siempre desde su óptica particular. O sea, como no lo hace ninguno de los intelectuales de ahora.

Norma Duval. La cultura no pertenece a ningún partido, es un bien común y universal y no debe estar sometida a ningún tipo de poder. El arte está por encima de eso. Sin embargo, hay cosas que deben ser apoyadas por las instituciones, como es el caso del patrimonio histórico. Lo que no se puede mantener es otro tipo de subvenciones como las ayudas que se dan a algunas películas que no me parecen nada culturales.

Mariano Barroso. Es importante mantenerse al margen o enfrente del poder. El único compromiso del artista es consigo mismo y con su tiempo. Nunca puede estar comprometido con el poder, sino con. las víctimas de ese poder. Hay que combatir el poder, sea cual sea, y cuanto más conservador sea, más guerra hay que darle. Cuando un artista, entre comillas, crea o hace su trabajo en función de lo que el poder demanda, lo que salga estará muerto, manipulado. Desde el punto de vista del poder, éste tiene que tener la visión de soportar a los artistas". Como dice Julian Bec, del Living Theater [grupo de teatro de Nueva York], "al poder no le interesa llevar la cultura al pueblo, sólo le interesa llevar joyas a su corona".

Martirio. El mensaje de fondo del artista es la libertad. Ninguna atadura. El artista puede tener poder, pero no debe utilizarlo. Las tendencias políticas, a estas alturas de multiplicidad de ideas y de democracia conseguida, tienen que tener una visión plural de la política cultural y no encerrarse, es la única manera de demostrar un criterio sano y enriquecedor. No se puede perder lo conseguido. Hay mucho más camino, y el que no lo ve, pierde. Conciencia, apertura, multiplicidad y libertad.

Antonio Gala. De ninguna manera; desde un punto de vista literario, hay que recordar la frase de Jean Paul Sartre: "No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan". La forma es implacable en el arte, como con los tomistas la forma es la esencia de las cosas. Los compromisos han pasado porque el compromiso de antes se transformó en el rabioso, y, como dicen en mi tierra, un olivar dura más que un ministro. Los artistas no deben estar sometidos a consignas. Cualquier artista, por una especie de disciplina, está en contra de todo poder. El arte es la gran rebeldía, la gran libertad, el gran vuelo.

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