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Juan Guerra hizo la mayoría de sus operaciones inmobiliarias utilizando cuentas opacas al fisco

Luis Barbero

La empresa Corral de la Parra, propiedad de Juan Guerra y de su socio Juan José Arenas, hizo la mayoría de sus operaciones inmobiliarias en cuentas opacas al fisco. El régimen de estas cuentas, llamadas AVC -acreedores varios-, permitía hacer ingresos que no sufrían retenciones de la Hacienda Pública, aunque tampoco recibían intereses.Estas cuentas, según explicó un directivo del Banco Bilbao Vizcaya citado a declarar en el juicio por delito fiscal contra Juan Guerra, son "transitorias" y en ellas "se dejaba el dinero unos días mientras se decidía qué hacer con él".

Fuentes jurídicas aseguraron ayer que en 1989, la compañía HRT de Madrid entregó 175 millones de pesetas a Juan Guerra y a Juan José Arenas para que éstos hicieran operaciones inmobiliarias en Sevilla. Esta cantidad fue ingresada íntegramente en las cuentas opacas, según estas fuentes. El dinero de las cuentas AVC no llega a existir fiscalmente, si luego no pasan por cuentas corrientes, según dijo un directivo del BBV.

Arturo López Villasana, propietario de HRT, compañía de la que también era socio Juan José Arenas, señaló que el dinero que entregaba a la empresa Corral de la Parra "era como provisión de fondos para comprar fincas" en Sevilla. López Villasana comentó que Arenas "invirtió perfectamente" su dinero, aunque en estos momentos todas las operaciones que emprendió estén suspendidas.

También dijo que el proceso que ha entorpecido todas estas operaciones, y que ha llevado a Juan Guerra y a Juan José Arenas a los tribunales acusados de cuatro delitos fiscales, es una "cuestión política".

De los 16 testigos citados a declarar en la segunda jornada del juicio contra Juan Guerra sólo acudieron seis, entre ellos dos directivos del BBV que explicaron el funcionamiento de las cuentas opacas. El fiscal jefe de Sevilla, Alfredo Flores, recordó que estas cuentas además de ser inaccesibles al control de la Hacienda Pública tampoco "dejaban soportes contables" en las entidades bancarias que disponían de ellas.

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Entre los testigos que sí acudieron a la segunda jornada del juicio se encontraba Dolores Blanco, secretaria de Juan José Arenas en la empresa Cosmosat, que tenía la misma sede que Corral de la Parra. La empleada vino a corroborar la versión de Arenas, que el primer día dijo que la gestión de el Corral de al Parra era llevada personalmente por él, y añadió que Juan Guerra sólo estuvo una vez en las instalaciones de la compañía.Hoy miércoles y mañana jueves está prevista la declaración de los peritos, prueba que es considerada como la fundamental por las partes.

El juicio, que empezó el lunes y terminará el viernes, es el último de los seis procesos en los que se ha visto involucrado el hermano del ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Las acusaciones contra Juan Guerra fueron el primer gran escándalo al que tuvo que hacer frente el PSOE.

En esta ocasión, Juan Guerra se enfrenta a una petición fiscal de 12 años de cárcel por cuatro delitos fiscales, dos cometidos en su declaración de la renta y dos por defraudación del impuesto de sociedades de la empresa Corral de la Parra.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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