¿Actualizar o no actualizar?
Pregunta. ¿Cómo podemos hacer frente a la continua aparición de nuevos programas y equipos que nos dejan vacío el bolsillo?Respuesta. Si un nuevo ordenador o un programa actualizado cuestan más de lo que valen para usted, no los compre. Después de todo, no tiene por qué actualizarse. Podrá ejecutar los programas toda la vida y el equipo funcionará mientras esté en buenas condiciones. A menudo, es inteligente actualizarse, porque la calidad de sus herramientas ya sean palas, esquís o programas informáticos puede tener un gran impacto en su eficiencia y placer. Puede que valga la pena actualizarse. Ahora mismo, Microsoft está invirtiendo grandes cantidades en sugerir a la gente que actualice sus sistemas operativos, pero el mundo no se acaba para los que no lo hagan.
Oigo con frecuencia a personas resentidas, o al menos un tanto consternadas, por la rapidez con que los equipos informáticos y los programas mejoran. Se quejan de que resulta caro mantenerse al día.
"¿Cuándo piensa que se encontrará el sistema óptimo para ordenadores personales, si es que se encuentra?", me preguntaba Nik Howarth, del Reino Unido. "¿O tendremos que seguir actualizando nuestros ordenadores?"
Es cierto que las espectaculares innovaciones en los equipos informáticos se producen a un ritmo frenético y que las empresas de programas no se quedan atrás, pero los consumidores no tienen que actualizarse y adquirir los mejores productos sólo porque éstos estén a la venta.
Puede decidir actualizarse si descubre que los nuevos equipos o programas son mucho más agradables de usar, o le permiten hacer más cosas en un día o resuelven problemas. Pero, salvo las ventajas de las nuevas herramientas, nada le obliga a comprarlos.
Es comprensible que choque la rapidez con que los ordenadores se quedan anticuados. Los coches, los aparatos de televisión, los equipos de música y otros productos caros no mejoran ni mucho menos a la misma velocidad.
Si se paran a pensarlo, se darán cuenta de que el frenesí innovador en el sector de los ordenadores personales es fabuloso para el consumidor. Cada dos años, el trabajo se hace más fácil porque las herramientas son mucho mejores ¿Qué hay de malo en ello?
Las empresas de ordenadores y de programas se esfuerzan por crear productos tan atractivos que los consumidores los compran aún cuando tengan otros similares más antiguos. Esto convierte el negocio de las actualizaciones en una poderosa fuerza de innovación.
En Microsoft, por ejemplo, sabemos que tenemos que hacer Windows 95 muchísimo mejor que Windows 3.1 o no conseguiremos que la gente actualice el programa. Nos damos cuenta de que uno de los competidores más fuertes es a menudo la versión anterior de un mismo producto, la versión antigua de Windows en este caso.
No creo que el ciclo de actualizaciones vaya a cambiar pronto de manera determinante. Dentro de cinco años, ustedes querrán las últimas herramientas, porque harán por ustedes mucho más.
P. ¿Por qué vuela usted en segunda clase?
R. Así doy buen ejemplo. Cuesta menos. Llegas tan deprisa como en primera clase. Mi cuerpo se adapta bien. Si fuera muy ancho o muy alto, puede que viera de forma diferente el asunto.
Como viajo unas 14 semanas al año, las compañías aéreas a veces me ponen en primera clase aunque tenga billete de segunda. Cuando pasa, no me resisto. A veces, cuando una compañía me sienta en primera clase, me doy una vuelta por segunda clase para ver si encuentro una fila entera de asientos libre. Si te tumbasen varios asientos en un vuelo de una noche, la segunda clase es maravillosa, mucho mejor que la primera.
P. La capacidad de transmitir y recibir grandes cantidades de datos a un precio casi insignificante tiene importantes repercusiones tecnológicas. ¿Cree que la tecnología de la información tendrá un efecto positivo sobre el uso de recursos naturales escasos dada la actual crisis ecológica mundial? (Matthew Bilder, Nueva York. Me llegó una pregunta similar de Peter Wansch, Austria.)
R. En cierto sentido, un ordenador es un recurso reutilizable. Extraer información de una red y mostrarla en la pantalla, especialmente a una pantalla plana como las de los portátiles, requiere mucha menos energía que imprimirla y distribuirla en papel.
Esta ventaja se incrementará, porque hay en marcha un decidido esfuerzo para que los ordenadores consuman de forma más eficiente la energía mediante el perfeccionamiento de equipos y programas.
Hasta ahora, los ordenadores han aumentado el uso de papel porque se ha utilizado principalmente todo para encontrar información que luego se imprime. Pero, conforme vayan mejorando las pantallas y los documentos interactivos vayan cobrando más importancia, la información se verá cada vez más en pantalla y se imprimirá cada vez menos.
Un primer ejemplo de esto es la documentación de los programas, que se da cada vez más como documento electrónico y no en papel. Más del 40% de los programas Microsoft Office se venden sin manual. Aunque el negocio de Microsoft ha crecido, hemos podido disminuir la cantidad de papel que usamos.
La eliminación de los manuales ahorra papel, lo que reduce los costes y el impacto sobre el medioambiente del transporte de productos. Nicholas Negroponte, en su nuevo libro Being Digital, señala que el movimiento de información digital puede implicar el paso de bits de información Is y Os a través de cables u hondas, en vez del transporte de átomos de un lugar a otro.
"La superautopista de la información consiste en movimientos mundiales de bits ingrávidos a la velocidad de la luz. Hasta entonces, tendrán que depender de los mensajeros, las bicicletas y las zapatillas de deporte para llevar sus átomos de un lugar a otro", escribe Negroponte.
No sólo los productos serán transportados cada vez menos conforme las redes vayan haciéndose predominantes, sino que la gente no tendrá que trasladarse tan a menudo. Viajará menos para asistir a reuniones o para comprar, lo cual es bueno para el medio ambiente.
La capacidad de planificar mejor, de compartir más información y de colaborar mejor permite utilizar de forma más eficiente los recursos. Esto se convertirá en un factor importante. La tecnología de la información no es una panacea. Sus ventajas no nos excusan de seguir alerta en lo que respecta a la conservación del medio ambiente. Pero la Era de la Información debería ser una fuente de optimismo para aquéllos a quienes les preocupa el futuro de la naturaleza.
P. Tengo 12 años. Me encanta la programación y todo lo relacionado con la informática. ¿Cuándo empezó a hacer programas? (Claudio J. Alvarez, Chile.)
R. Empecé a los 13 años. Pocos adolescentes programaban por entonces, lo que me convertía en un tipo raro. Pero eres más joven de lo que yo era cuando empecé. Te envidio por empezar a tan temprana edad y con aparatos mucho mejores que los que yo tenía.
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