Jacques Robin propone reducir a 32 horas semanales la jornada laboral en la Unión Europea
Doctor en medicina, ex director general de una multinacional química reconvertido en agitador intelectual y periodista, francés, Jacques Robin afirma que el hombre no está hecho para trabajar", advierte que la introducción de las nuevas tecnologías de la información ha abierto en nuestra civilización una crisis comparable al paso del paleolítico al neolítico, defiende que el libre mercado deje de tener un papel central en la vida de occidente y lanza una propuesta revolucionaria: reducir la jornada laboral a 32 horas semanales en toda la Unión Europea.Jacques Robin ha pasado de dirigir entre 1960 y 1978 la química francesa Clin Midy Industrie y sentarse en el consejo de administración del gigante Elf Aquitaine a editar una revista de agitación y pensamiento (Transversales. Science et culture) y a reflexionar sobre el futuro de la humanidad junto a figuras de la talla de Edgar Morin, Hemi Atlan, Jacques Attali o Michel Serres. "El problema del paro no ha hecho más que empezar", afirmó ante un grupo de sindicalistas convocados en Castelldefels (Barcelona) por la Fundación Utopía para reflexionar sobre el paso Del Pleno empleo a la plena actividad.
La propuesta de Robin coincide con la lanzada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en su reunión de la semana pasada en Bruselas. Robin conoce muy bien las dos caras que ofrece el capitalismo contemporáneo, y se inclina por la más humana: el hombre frente a la empresa. "El trabajo no es consustancial al hombre. Es un fenómeno reciente. Si no hay una política de civilización que acabe con la política de competitividad vamos hacia una gran fractura. A encerramos en nuestras casas y coches porque habrá cada vez más robos y violencia. Llegaremos a soluciones, pero después de violencias y catástrofes, por no hablar de los problémas de los flujos migratorios, el retomo del racismo, la xenofobia, las sectas...".
Robin, sostiene que el nacimiento de las nuevas ciencias de la información "es una crisis comparable al paso del paleolítico al neolítico". "Modifican la naturaleza misma del progreso técnico: no conocemos sus consecuencias; no es la tercera revolución industrial, es una mutación completa de la tecnología y sus consecuencias. Toda nuestra educación cartesiana se viene abajo", advierte.
En su opinión, es urgente en contrar una solución al problema del paro, porque de lo contrario la violencia puede Regar a Europa en menos de 10 años. Su fórmula tiene tres patas: reparto del trabajo, creación de empleos de utilidad social (arte, agricultura ecológica, voluntariado social...) e instauración de un salario mínimo de ciudadanía para que los jóvenes disfruten de dos años sin trabajar cuando acaban los estudios.
Su propuesta de reducir la jornada laboral en la Unión Europea a 32 horas semanales tiene varias condiciones: que no se haga en un solo país porque requiere una gran voluntad política, que se prepare con anticipación (un año y medio), que no sea una jornada laboral uniforme jornadas de cuatro días, años sabáticos, turnos mensuales de trabajo-descanso), que se mantengan los sueldos más bajos, pero no a costa de la productividad de las empresas, sino mediante un segundo cheque estatal.
