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Olivares advierte del "grave daño" causado por los jueces que piden datos secretos a los policías

El director general de la Policía, Angel Olivares, hizo ayer una dura crítica al magistrado Baltasar Garzón. Sin citarlo expresamente, aludió a su actuación en el caso de los papeles de Laos durante un discurso en la Escuela General de Policía de Ávila. Ante los 87 nuevos inspectores de la sexta promoción, Olivares dio la voz de alarma por el "grave daño a la causa pública" y la "clara situación de indefensión" a la que se ven sometidos los agentes a quienes los jueces advierten que pueden ser procesados si no revelan datos incluidos en el secreto profesional.Además, Olivares atribuyó a este tipo de actuaciones judiciales la creciente falta de información obtenida por la policía de sus colaboradores habituales.

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Olivares afirmó que "se están produciendo una serie de actuaciones que cuestionan o tratan de anular lo que comúnmente se conoce como el secreto profesional".

"En comparecencias judiciales, aun en calidad de testigos, se exige a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que revelen sus fuentes de infomación o la identidad y circunstancias de aquellas personas que colaboran con ellos, so pretexto de indicios o posibilidad de comisión de delitos", manifestó el director de la Policía, en referencia a la comparecencia de los cinco policías que trajeron a Luis Roldán y a la suya propia ante Garzón.

Para el director de la Policía, los agentes se ven en "permanente estado de inseguridad jurídica por la colisión entre el deber de guardar el secreto profesional y la obligación de colaborar con la Justicia".

Además, afirmó, "últimamente se viene observando que los colaboradores habituales y los potenciales apenas facilitan información, ante el temor de que la tradicional confidencialidad en sus relaciones con la policía haya, perdido tal carácter".

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Olivares aseguró que "la disposición de todo el Cuerpo Nacional de Policía a colaborar con la Justicia, es plena, no tiene matizaciones", pero inmediatamente precisé: "Esa colaboración se produce en el marco de nuestra legislación en vigor, que prevé y obliga a los funcionarios de policía a guardar el secreto profesional".

En la entrega de despachos a los nuevos 87 inspectores de policía, en el Centro de Formación de la Policía de Ávila, Olivares recordó a los agentes la necesidad de preservar este secreto ante las actuaciones que pretenden anularlo, aunque sean judiciales.

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