La 'cuestión Yeltsin'

No es difícil adivinar por qué algunos políticos norteamericanos están pensando en desconectar con Rusia. Las razones que sustentaban una política de apostar por Yeltsin están congeladas. En Rusia, el paso a la democracia está amenazado (...) por una tendencia hacia el autoritarismo. La reforma económica tiene que pasar todavía el examen de los bancos internacionales. La política exterior y militar ha vuelto a despertar el miedo a una vuelta al imperialismo tradicional. No es de extrañar, por tanto, que algunos crean que es hora de buscar una nueva política, además de un nuevo líder. (...) El antes admirado Yeltsin ha defraudado a sus admiradores. Y esto preocupa a EE UU. Un salto atrás a una dictadura o el aumento del caos amenazaría directamente los intereses estadounidenses. (...) Estados Unidos ha negociado con Yeltsin, entre otras cosas, la seguridad europea y el control nuclear, y tiene muchos más asuntos que negociar. Además, Yeltsin no es sólo el único líder elegido democráticamente. Es el primero que ha sido elegido en Rusia en mil años. Estados Unidos no puede fallar en su apoyo a la legitimidad democrática rusa. (...) Rusia es muy sensible a las posibles injerencias extranjeras, (...) pero este orgullo nacional no debe impedir a Washington la posibilidad de criticar los errores rusos. (...) Aunque es necesario que la Administración norteamericana deje claro que es Rusia la que tiene que corregir los errores de Rusia. 6 de marzo