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El grupo de contacto presiona a Milosevic para que reconozca a Bosnia y Croacia

Representantes del grupo de contacto (compuesto por EE UU, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) llegaron ayer a Belgrado para tratar con el presidente serbio, Slobodan Milosevic, sobre el retocado plan de paz para Bosnia-Herzegovina, que ofrece a Serbia el levantamiento del bloqueo comercial a cambio de que reconozca a este país y a Croacia. Milosevic dijo hace una semana al ministro ruso de Exteriores, Andrei Kózirev, que el final de las sanciones contra su país era condición previa para eventuales negociaciones.El semanario serbio Telegraf, con buenas fuentes cercanas a la presidencia, aseguraba en su último número que Milosevic podía estar próximo a dar un paso que le obligaría a desdecirse de su política panserbia, origen del conflicto- en la antigua Yugoslavia.

También el plenipotenciario de la ONU en la región, Yasushi Akiashi, quien intenta contra reloj convencer al presidente croata, Franjo Tudjman, de que no expulse de su país a los cascos azules el 31 de marzo, se entrevistará hoy con Milosevic en Belgrado.

El jefe de las tropas de la ONU en Bosnia, general Rupert Smith, discutió ayer en Zagreb planes para la retirada de Croacia de los 14.000 hombres de Naciones Unidas. Los mandos militares de Naciones Unidas temen que los cascos azules se vean envueltos en, su retirada en un fuego cruzado entre combatientes o que sean hechos rehenes por los serbios que ocupan el territorio croata de la Krajina para protegerse de eventuales ataques del Ejército croata. Las tropas de la ONU hacen ahora de colchón entre ambos bandos a lo largo de una franja desmilitarizada de casi dos kilómetros de ancho.Convoyes en Bihac

En Bosnia, a excepción de Bihac, serbios, musulmanes y croatas mantienen la tregua de tres meses pactada en Navidad con la mediación del ex presidente estadounidense Jimmy Carter. Un convoy de 10 camiones de Naciones Unidas, segundo en una semana, consiguió entrar ayer en aquel asediado enclave musulmán, donde el acoso de los serbios, apoyados por el caudillo rebelde musulmán. Fikret Abdic, mantiene a 150.000 personas al borde de la muerte por hambre. Desde mayo de 1994, los sitiadores impiden la llegada regular de comida a Bihac. Otro convoy humanitario de cien toneladas está previsto para hoy.

Un portavoz de la ONU en Sarajevo acusé ayer al Gobierno bosnio de poner trabas a los cascos azules, en lo que parece una deliberada campaña de hostigamiento orquestada por el Ejército leal a Sarajevo. Las tropas bosnias, habitualmente cooperadoras con los soldados de la organización internacional, han restringido en los últimos días los movimientos de la ONU al norte de Tuzla y en otras zonas orientales del país e impiden sus patrullas regulares a lo largo de las líneas del frente.

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