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Milosevic rechaza el plan de paz que implicaba reconocer a Bosnia y Croacia

El presidente serbio, Slobodan Milosevic, ha rechazado el plan de paz del grupo de contacto (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Alemania y Francia) que contemplaba el levantamiento de las sanciones económicas a Serbia si ésta reconocía a Bosnia y Croacia, según comunicaron el lunes fuentes oficiales de Be1grado. La aceptación del - plan era poco menos que imposible, pues Belgrado ha insistido siempre en que la resolución del estatuto de los serbios de Bosnia y Croacia -que controlan, con el apoyo de Serbia, un 70% del territorio bosnio y un-30% del croata- debía ser previa al reconocimiento de esos países.La agencia oficial de la Federación Yugoslava, integrada por Serbia y Montenegro, anunció el lunes que "la respuesta de Belgrado [al plan de paz] es categórica: primero, levantamiento de las sanciones y luego todo lo deinás". El significado de "todo lo demás" y sus plazos de aplicación quedó vago en el comunicado serbio.

Sin embargo, un alto responsable de la Secretaría de Estado norteamericano afirmó ayer que Milosevic "no ha dicho categóricamente que no" a la idea de reconocer a Bosnia y Croacia, y que el líder serbio "no había cerrado aún los canales de comunicación" con el grupo de contacto.

Hambre en Bihac

Ayer, Rusia y Bosnia anunciaron el establecimiento de relaciones oficiales tras un intercambio de mensajes diplomáticos entre Moscú y Sarajevo. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso señaló que "el establecimiento de relaciones formales con Bosnia-Herzegovina confirma el principio que guía a Rusia respecto de Bosnia: la determinación de trabajar por un arreglo político pacífico del conflicto teniendo en cuenta los intereses de todas las partes".

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Las Naciones Unidas, mientras tanto, negociaron ayer sin éxito -los rebeldes musulmanes y sus aliados serbocroatas lo impidieron- un pasaje seguro a través de la zona de guerra para que los convoyes humanitarios pudieran llegar al enclave musulmán de Bihac, donde, según la ONU, miles de personas corren peligro de morir de hambre.

El enviado de la ONU, Yakushi Akashi, y el comandante de las fuerzas internacionales de protección (Unprofor), general Bertrand de Lapresle, se reunieron ayer con Milan Martic, el líder de la autoproclamada región independiente serbobosnia de Krajina para pedirle que levante el bloqueo de los convoyes de ayuda a Bihac y pongan fin al hostigamiento sistemático de las fuerzas de paz. Fuentes allegadas a Akashi precisaron que los responsables de la ONU se reservan el derecho de usar la fuerza armada para hacer llegar la ayuda a Bihac si la situación lo exige, aunque hasta ahora la ONU ha sido reacia a utilizar la fuerza. El bloqueo serbobosnio al enclave musulmán de Bihac ha dejado sin ayuda humanitaria a unas 160.000 personas.

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