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El consejero de Economía duda de su director de Empleo por el 'caso Ibercoop'

Javier Casqueiro

El consejero de Economía, José Luis Fernández Noriega, se desahogó ayer en su comparecencia ante la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga el caso Ibercoop. Fernández Noriega, que se confesó "indignado, ofendido, apasionado, agredido, acalorado y enfadado", levantó un telón de dudas sobre su director regional de Empleo, Juan Navarro, acusado de favorecer con concesión de subvenciones a una trama de empresas montada por uno de sus ex socios.

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Fernández Noriega opina que el director de Empleo debía haberse querellado cuando le llamaron "jefe de mafiosos"

VIENE DE LA PÁGINA 1El consejero, en tono airado, admitió finalmente tras cinco horas y media de sesión, y ante el torrente de preguntas de las diputadas de la oposición: "A mí me extraña que ni el PP ni las empresas ni mi director hayan ido a los tribunales, porque yo si me hubieran llamado jefe de mafiosos, ya hubiera ido". Así denominó el PP en sus primeras acusaciones el comportamiento de Juan Navarro con esas empresas.

El consejero añadió ayer: "Estoy más solo que la una, en la medida que nadie se defiende, empezando por mi director general. ¡No lo entiendo, hombre!". Fernández Noriega reconoció que ante esta indefensión y ante el "cúmulo de casualidades" del caso, es fácil que alguien pueda pensar "que por algo será" que nadie se defiende. Pese a todas estas dudas, Fernández Noriega confesó que no ha cesado en su cargo todavía a Navarro porque éste le ha convencido personal y humanamente de que es inocente.

El consejero dejó de lado su comedido comportamiento inicial cuando Carmen Alvarez Arenas, del PP y Teresa Nevado, de IU pusieron en cuestión que enviara ahora el asunto a la fiscalía de Madrid, tras conocer el informe definitivo de la Intervención General de la Comunidad, cuando hace ya mucho tiempo que tuvo acceso a otros informes internos con conclusiones tan duras como las ahora expuestas por el auditor del Gobierno regional. Fernández Noriega indicó ayer, en este sentido, que de los trabajos que encargó para esclarecer este turbio asunto, el más duro en sus conclusiones, fue precisamente el elaborado por un técnico de la dirección de empleo en el verano de 1993.

La secretaria general técnica entonces de esa consejería, Isabel Alfaya, que compareció antes de Fernández Noriega, explicó por su parte, que ella inició también una investigación interna que terminó el 15 de febrero de ese año y en la misma ya relató numerosas irregularidades, aunque no pudo determinar ninguna responsabilidad porque ninguno de los técnicos que firmaron los expedientes relativos a esas empresas eran funcionarios y porque no entraba en su jurisdicción señalar la responsabilidad política de un alto cargo como Navarro. Alfaya, 20 días después de firmar ese informe, se marchó de este departamento por razones personales que ayer no precisó.

José Luis Fernández Noriega, acorralado ante semejante cantidad de informes de técnicos de la Comunidad, dio a entender que se decidió por escuchar la versión de Navarro y que este le aportó datos y documentos suficientes para creerle. Los primeros informes técnicos citados no contaron en ningún caso la versión de los hechos de Navarro. El consejero argumentó que ha reclamado ahora la actuación de la fiscalía al conocer la auditoría definitiva de la Intervención General que sí integra un torno entero con las alegaciones presentadas por el director de empleo.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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