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La Iglesia ataca la reforma laboral porque va contra los derechos humanos

La tormenta política desatada por las declaraciones del arzobispo de Zaragoza y presidente del episcopado, Elías Yanes, no ha amilanado a los prelados, que concluyen hoy su sesión plenaria en Madrid. Han continuado con el orden del día de sus trabajos y aprobado un nuevo documento que se carga la reforma para flexibilizar el mercado de trabajo. Dicen que, en múltiples ocasiones, es "incompatible con la dignidad de la persona humana y con el respeto a los derechos humanos".Tras tres años de gestación, y para gozo de los movimientos obreros cristianos, entre los. que se encuentran las históricas- Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) o la Juventud. Obrera Cristiana (JOC), veía la luz el documento La pastoral obrera en toda la Iglesia. El texto, asumido por todos los obispos de España, está en la línea de La Iglesia y los pobres (febrero de 1994), muy crítico, entre otras cuestiones, con las multinacionales, que son acusadas de imponer la precarización del empleo a los Gobiernos de Europa.

Pues bien, el nuevo documento, presentado ayer por Antonio Algora, obispo de Teruel-Albarracín y responsable de la subcomisión episcopal de Pastoral Obrera, sostiene que el "mundo obrero" sigue existiendo y que sus miembros "están subordinados" y "han de estar sometidos" a las "exigencias del capital". En este marco, los obispos condenan la reciente reforma para flexibilizar el mercado de trabajo porque consideran que, en muchas ocasiones, es "incompatible con la dignidad de la persona y con el respeto a los derechos humanos".

La victoria del capital

Algora, que indicó que el mercado laboral nunca ha estado "tan precarizado" como ahora, no quiso cargar las tintas contra el Gobierno, al que no consideró como único responsable de la política económica. "No es el único demonio", dijo al respecto. A su juicio, también son responsables de la política económica, tal y como recogen textos episcopales. anteriores, la integración en Europa, las multinacionales o los monopolios que están surgiendo en el sector de la alimentación. "Opino, como ciudadano de este país, que el capital ha ganado", concluyó Algora. "Está ganando", le corrigió dejando una luz para la esperanza Anselmo Ruiz, presidente de HOAC, que compartió el acto con el prelado y con Pedro Fuentes, presidente de la JOC.Pese a cargarse la reforma laboral, el obispo Algora, que anduvo jugando con el diablo para adjetivar las situaciones socioeconómicas, no quiso "demonizarla", porque igual ha permitido crear algún puesto de trabajo, dijo. Fuentes enmendó la plana al prelado. "Yo, sin pretender ser ahora portavoz de lo que los obispos piensan, digo que la reforma laboral que motivó la huelga del pasado 27 de enero es una agresión sin precedentes y es una degradación de las condiciones de trabajo de mucha gente. Los resultados de esta reforma son más precariedad y más paro", sentenció.

El documento, que representa un espaldarazo definitivo de los movimientos cristianos en el mundo del trabajo, invita a todos los obreros cristianos a participar en las organizaciones sindicales para trabajar por la justicia y conseguir, como ha dicho repetidamente el magisterio pontificio, que la economía esté al servicio del1ombre, y no a la inversa, como consideran que ocurre ahora y manifestó Anselmo Ruiz, presidente de la HOAC. "El trabajo es más importante que el capital", abundó.

El obispo Algora despejó además cualquier duda respecto a cualquier afiliación sindical de los fieles que esté orientada por el episcopado. "A la Iglesia ya le duele la boca por repetir que los cristianos pueden afiliarse a cualquier opción, postura que defiende desde Pablo VI y es común en todas nuestra luchas y en todos nuestros trabajos" dijo. Y abundó: "Esto ocurre desde que yo era un pipiolo en el mundo del trabajo".

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