EE UU, Japón, Alemania y Reino Unido, entre los más contaminantes
La OCDE publica su informe de 1994 sobre medio ambiente
El último informe sobre Indicadores de medio ambiente elaborado por la OCDE mete a Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón y Grecia entre los países desarrollados que más contribuyen a la degradación del planeta. En el extremo opuesto, en la bolsa de los limpios y cuidadosos con el entorno, destacan Suiza, Austria y los países escandinavos. España figura en un puesto intermedio en la mayoría de los listados.
El estudio de 1994 de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), con datos que llegan hasta 1992, sirve de barómetro ambiental de 24 países desarrollados y permite ponerles en la balanza por la calidad de sus relaciones con el entorno. El primer informe de este tipo fue publicado en 1991. Treinta son los indicadores que sirven para medir a cada país; van desde las emisiones de C02 y S02 hasta la generación de residuos urbanos e industriales y la depuración de aguas residuales, pasando por la densidad de tráfico, el consumo de agua según los recursos disponibles en cada zona y el número de especies de flora y fauna en peligro de extinción.En cuanto a la emisión a la atmósfera de dióxido de carbono -gas que produce el efecto invernadero con la consiguiente subida de temperaturas en la Tíerra-, Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido se llevan la palma. Entre los cuatro lanzan más de un tercio de todas las emisiones del mundo. Estados Unidos y Japón se llevan un suspenso mayúsculo por la emisión de CFC (clorofluprocarbonos que dañan la capa de ozono que evita el paso de los rayos dañinos del sol); los dos solos lanzan el 42% del total.
Estados Unidos y Japón, junto a Canadá, vuelven a ocupar la posición de cabeza en emisiones de S02 -el gas causante de las lluvias ácidas, que defolian los bosques- Japón y Suiza son los que menos problemas tienen en este sentido.
El farolillo rojo por dejadez en el tratamiento de aguas residuales corresponde a Grecia, Islandia y Turquía, con porcentajes de más del 88% de población no servida por depuradoras. Frente a ellos, los más limpios en este aspecto son Dinamarca y Suecia, donde los habitantes que no depuran sus aguas sucias son menos del 5%.
Japón, Holanda y Bélgica son los que más plaguicidas echan en sus campos. Estados Unidos, Canadá e Italia, los que más contaminan por tráfico automovilístico. Donde más especies autóctonas de flora y fauna se encuentran en peligro de extinción es en Alemania, Nueva Zelanda, Suiza, Francia y Holanda.
Grecia, Irlanda y Turquía son los países donde menos espacios naturales -porcentaje de territorio- se han protegido. Austria, Noruega y Reino Unido, los que más.
Basuras y reciclado
Los índices de la OCDE sobre producción de residuos apuntan a Estados Unidos como el más sucio de todos. Bélgica y Luxemburgo se destacan por la altísima generación de desechos tóxicos peligrosos, en comparación con su número de habitantes. Los habitantes de Portugal, Islandia y Suiza son los que menos basura producen.
La otra cara de los desechos, el reciclado de papel y vidrio contabilizado en el informe, tiene en Irlanda, Grecia y Reino Unido sus peores aliados. Quienes más reciclan son Austria, Suiza, Holanda, Islandia, Japón y Canadá. Las diferencias entre los países de la OCDE son elocuentes. En reciclado de vidrio oscila entre el 75% de Holanda y el 20% de Grecia.
Los 24 países medidos son los doce de la UE, Austria, Suiza, Finlandia, Noruega y Suecia, Estados Unidos y Canadá, Japón, Australia y Nueva Zelanda, Islandia y Turquía.
Mediocridad española
España ocupa en la mayoría de las listas del último informe sobre medio ambiente de la OCDE puestos intermedios que no la distinguen ni como especialmente sucia ni como especialmente limpia. Los indicadores más negativos para los españoles son la emisión de CFC, el uso de plaguicidas en agricultura y la falta de depuración de aguas residuales; se sitúa en los tres casos entre los siete países más sucios. En el tratamiento de aguas se reconoce una importante mejora en los últimos años. Por encima de todo, hay un indicador en el que sale muy mal parada: el consumo de agua. Aparece, con EE UU y Canadá, como el país que más consume; si se cuenta la disponibilidad de recursos, figura, con Italia, como el más despilfarrador.También destaca en otro aspecto: el retraso en enviar datos. Varios listados, como los de emisiones de sulfuro y nitrógeno, tienen en blanco el hueco español.
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