Absueltos seis directivos del BCA, acusados de intimidar a 40 empleados
La juez de lo Penal número 22 de Madrid, Rosa Esperanza Rebollo, ha absuelto a seis directivos del Banco de Crédito Agrícola (BCA) acusados de delitos contra la Administración de Justicia y los derechos de los trabajadores por supuestas presiones sobre 40 empleados para que desistieran de una reclamación salarial. La magistrada justifica su decisión en la falta de prueba sobre la intimidación alegada por los trabajadores y estima que no están lo suficientemente acreditadas las acusaciones del sindicato CNT y el Ministerio Fiscal.El origen del caso fueron las demandas presentadas en 1992 por 40 trabajadores ante el juez de lo Social contra el BCA, por diferencias salariales. Los acusadores responsabilizaron a los directivos de intentar que los demandantes desistieran de sus reclamaciones laborales mediante el recordatorio de los préstamos privilegiados obtenidos y la posibilidad de que abandonaran el banco. Alegaron que de los 40 reclamantes desistieron 24 y, una vez que el juez de lo social estimó en parte la demanda de los otros 16, la cúpula del banco envió a varios de ellos a un archivo, medida que estimaron como una represalia.
El total de las penas solicitadas por el fiscal y el sindicato CNT superaban los dos años de cárcel por cada uno de los delitos que se imputaban a los directivos del BCA, Manuel Lorente Martínez, Manuel Ofios Caro, Celso Rodríguez Suárez, José Carlos Bragado Alfageme, Enrique Dorado Herencia y Luis Matute Butragueño, además de indemnizaciones millonarias para los trabajadores y la CNT. Las defensas de los acusados y del BCA, responsable civil subsidiario, solicitaron la libre absolución.
La sentencia de la juez Rebollo -recurrible ante la Audiencia Provincial de Madrid- fundamenta la absolución en que no estima acreditado, "con la suficiencia que una sentencia penal condenatoria exige, la existencia de dolo [intención] específico y tendente a conseguir mediante intimidación ( ... ) la retirada de las demandas interpuestas". Añade: "Extraña a esta juzgadora como las personas más intimidadas son aquellas que no retiraron su reclamación de cantidad".
