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Entrevista:

"Las píldoras no son el futuro"

Con los calores primaverales se produce una drástica bajada de defensas en la autoestima. de los ciudadanos insatisfechos con su imagen en el espejo. Es entonces cuando florecen en los medios de comunicación cientos de dietas mágicas con sus promesas de fantasía. El único antídoto a esta epidemia es escucharla voz de un experto en nutrición: actual catedrático extraordinario de Bioquímica de la Universidad de Zaragoza, Francisco Grande Covián ha pasado una buena parte de sus 85 años en los laboratorios de medio mundo y sobre todo en los de la Universidad de Minneápolis (Estados Unidos). Desde muy joven se interesó por la nutrición humana, pero fue el estudio de los problemas creados en la población de Madrid por las carencias alimenticias, consecuencia inmediata de la guerra, lo que le llevó hasta su conocido libro sobre las vitaminas. Desde entonces es una de las voces que más suenan cuando de hablar de la nutrición y de sus males se trata. Acaba de participar en Madrid en el curso Las calorías: sus más y sus menos, organizado por el Colegio Libre de Eméritos.

Pregunta. ¿En qué ha consistido este curso?

Respuesta. En recordar que este año hace 100 que se sabe que los cambios de energía del organismo animal y del humano obedecen al principio de conservación de la energía. Es un paso importantísimo que la gente ha olvidado con la actual obsesión por la delgadez, y no hay más que ver los anuncios de muchas dietas de adelgazamiento para saber que están engañando a la gente.

P. ¿Puede precisar un poco más?

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R. Mire usted, una persona no puede ganar peso si no ingiere una cantidad superior a la que gasta, porque nuestro organismo no puede crear ni destruir energía, sólo transformaría. Lo que hacemos es transformar el exceso de energía en grasa, pero como la gente no se quiere resignar a reducir la cantidad de comida, pues se ha inventado toda clase de trucos y dietas. Muchas de éstas son peligrosas.

P. ¿Sigue pensando que los alimentos precocinados son una garantía de calidad?

R. Naturalmente. Si se hacen bien, no tienen por qué tener un valor nutritivo diferente del de los hechos en casa.

P. ¿Y a usted qué es lo que más le gusta comer?

R. Si está bien hecho, lo mismo me da. No tengo ningún plato favorito por el que "me perezca".

P. ¿Dónde se come mejor de España?

R. Eso es dificil de decir, pero si atendemos a un buen suministro de frutas y hortalizas, Aragón tiene una excelente posición.

P. ¿Y Madrid?

R. En Madrid se da una de las tres dietas básicas que existen en España, que son la mediterránea (Cataluña y Valencia), la del norte, donde se come en exceso, y la de la zona central y Madrid, que es, a mi juicio, la más variada.

P. ¿Es optimista respecto a la producción de alimentos en el mundo?

R. Sí, lo soy. Si la producción de alimentos sigue al ritmo de los últimos diez años, podremos alimentar a una población de 11.000 millones de personas, que es la que se va a alcanzar a mediados del siglo próximo. Pero el problema sigue siendo lograr que los alimentos lleguen equitativamente a todo el mundo. En eso soy más pesimista.

P. ¿El futuro está en las píldoras?

R. No. La alimentación del futuro será muy parecida a la actual, quizá con menos carne y más leguminosas, pero nunca será sustituida por píldoras.

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