Los funcionarios juzgados por vender visados en Tanger atribuyen las acusaciones a una venganza
Los ocho funcionarios españoles del Consulado de Tánger acusados de formar una red de venta de visados negaron todas las acusaciones en el juicio celebrado contra ellos en la tarde y noche del lunes. Varios de los acusados atribuyeron los cargos contra ellos a una venganza de los tres marroquíes que también están siendo juzgados por los mismos hechos. Según esta versión, los tres marroquíes rellenaban documentos oficiales a sus compatriotas a la puerta del Consulado y en diversas ocasiones se enfrentaron con los funcionarios de la sede diplomática. Éstos avisaban a la policía para que los desalojasen, ya que alteraban la expedición de visados.
El principal responsable de la red, un marroquí apellidado Osman, se desdijo de todas las acusaciones que había hecho tras su detención, en las que afirmaba que los españoles juzgados recibieron dinero a cambio de los visados. Los otros dos marroquíes juzgados implicaron en cambio a tres de los funcionarios.
La del lunes fue la cuarta comparecencia de los detenidos ante el Tribunal de Primera Instancia de Tánger. En las tres ocasiones anteriores, el juicio no llegó a iniciarse, ya que el fiscal y los abogados de los tres marroquíes pidieron su aplazamiento.
Por otra parte, el secretario de la Cámara de Comercio española en Tánger, Luis Vargas, aclaró ayer que no ha sido citado a declarar como imputado, y que se limitó a hacer de intérprete para los procesados a petición del cónsul y a título personal.
El juicio se reanudará el viernes. El tribunal dictará sentencia a fines de la semana entrante.
