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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una quinceañera mentirosa

El éxito de la irregular comedia francesa Mi padre, mi héroe (1991), de Gérard Lauzier, en Estados Unidos, no sólo lleva a los productores norteamericanos a comprar los derechos y hacer una copia exacta, pero hablada en inglés, sino al prestigioso actor francés Gérard Depardieu a repetir su papel de padre de una quinceañera mentirosa.Decisión un tanto incomprensible, si no es por estrictos motivos económicos y porque tampoco debe de tener tantas ofertas para rodar en Estados Unidos, en la medida que es uno de sus papeles menos interesantes. Tanto porque no le va a su físico de peso pesado, con sus 118 kilos, hacer de padre de una escultural jovencita norteamericana, como porque no tiene nada que ver con los que le han hecho famoso.

Mi padre, ¡qué figue!

Director: Steve Miner. Guionista: Francis Veber, Charlie Peters.Fotografia: Daryn Okada. Música: David Newman. Estados Unidos, 1994. Intérpretes: Gérard Depardieu, Katherine Heigl, Dalton James, Lauren Hutton, Faith Prince. Estreno en Madrid: Rialto, Paz, Vaguada, Aluche, Cristal, Albufera, Colombia, Victoria, Liceo.

Al igual que la versión original francesa, Mi padre !qué ligue! narra las vacaciones de un padre separado y su atractiva hija menor de 15 años, a quien hace muchos meses que no ve, en una paradisiaca isla, pero apoyándose en la sucesión de equívocos que desencadenan las mentiras de la jovencita para hacerle pasar por su amante y conquistar a un muchacho algo mayor que ella.

Diferencias

Las principales diferencias que en la versión francesa pasaban las vacaciones de Navidad en las islas Mauricio, y en la norteamericana pasan unas vacaciones indeterminadas en las Bahamas. Y sobre todo que la protagonista femenina, la jovencísima Katherine Heigl es más guapa y menos zangolotina que su antecesora francesa Marie Gullain, aunque a ambas les queda un amplio y similar terreno que recorrer dentro del para ellas desconocido campo de la interpretación.Traspasado de las más sangrientas producciones de terror a las más anodinas comedias, Steve Miner no es un realizador especialmente dotado, al igual que ocurría con su predecesor Gérard Lauzier, pero también logra mantener esta situación única de forma correcta, sin momentos especialmente afortunados, para conseguir una ligera comedia romántica sobre el eterno y recurrente tema de las relaciones paterno-filiales.

De la misma manera que ocurría en Mi padre, mi héroe, las mejores escenas de Mi padre ¡qué ligue! están relacionadas con la trayectoria profesional de Gérard Depardieu. Muy en especial la escena de la declaración, tomada de Cyrano de Bergerac (1990), de Jean-Paul Rappeneau, uno de sus mayores éxitos, donde el padre le dicta a su hija las palabras amorosas que debe decirle al muchacho que quiere conquistar.

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