_
_
_
_
_

Revilla defiende los compromisos que adquirió su familia para liberarle de ETA

El empresario Emiliano, Revilla, secuestrado por ETA en 1988, defendió ayer todos los compromisos contraídos por su familia para conseguir su liberación, aunque aseguró desconocer el importe M rescate y los detalles de la negociación que han finalizado con el procesamiento del parlamentario de HB José María Elosúa y del industrial Francisco Arratibel, por colaboración con banda armada. Antonio Revilla, hijo del industrial secuestrado, señaló que con el pago de un millón de pesetas a Elosúa quiso agradecerle los servicios prestados.

"Yo al salir di por zanjado todo. No quería saber nada ni reclamar nada", aseguró ayer Emiliano Revilla. El industrial soriano de 65 años, protagonista de la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Bilbao, dijo que no quiere indemnizaciones ni que Arratibel le devuelva los 75 millones que obtuvo como depósito por su gestión como intermediario.Revilla indicó que, tras obtener la libertad "nunca" preguntó por lo que denominó "vicisitudes" de las gestiones realizadas por su familia, aunque las defendió. "No he desautorizado jamás esos compromisos. Son hechos consumados", manifestó, aunque aseguró desconocer la existencia de un documento por el que la familia Revilla dio en depósito 75 millones de pesetas a Arratibel como garantía por los posibles perjuicios si al final se conocía su mediación. En el documento, en el que se basa el fiscal para asegurar que Arratibel actuó con "ánimo de enriquecimiento", se mencionaba que el dinero sería devuelto si en dos años no se producían daños.

El temple de Revilla contrastó con el testimonio de Miguel Gil Lansaque, amigo del industrial y primera persona que se ofreció como mediador. Gil aseguró que "a la fuerza" Elosúa "o representaba a ETA o era intermediario del representante de ETA".

Por el contrario, Antonio Revilla, hijo de Emiliano, y Domingo Estrada, uno de los intermediarios de los Revilla, sostuvieron que las gestiones de Elosúa defendían los intereses de la familia. Antonio Revilla declaró que el envío de un talón de un millón de pesetas al despacho de Elosúa fue un "acto unilateral de agradecimiento" por sus gestiones durante el secuestro.

Domingo Estrada precisó que el letrado le informó sobre la cantidad del rescate y mencionaba a una persona a la que llamaba "el mediador". Según el testimonio de Elosúa, este papel correspondió al abogado Antonio Ibarguren, ya fallecido.

Las diferencias entre Estrada. y Arratibel sobre las circustancias en que se produjo la intervención de este procesado en el pago del rescate quedaron patentes en su careo de ayer. Arratibel ratificó sus anteriores declaraciones. Repitió que tras varias negativas, Estrada le pidió que mediara y le sugirió el depósito de 75 millones para paliar los posibles perjuicios y evitar "las imprudencias de una persona de la famüia", que habían provocado una entrega fallida de 100 millones en París.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Arratibel volvió a afirmar que los 75 millones llegaron a sus manos a finales de julio de 1988, junto a los 500 millones del primer plazo del rescate y 25 millones para los encargados de llevar el dinero a Francia. Estrada puso continuamente en duda sus recuerdos. El testigo señaló que él mismo entregó a Arratibel 100 millones en un hotel de Pamplona durante las fiestas de San Fermín (entre el 6 y el 14 de julio), contenidos en una caja y una bolsa de deportes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_