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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Arte y literatura

Esta exposición, que clausura los actos conmemorativos del centenario del poeta J. V. Foix (1893-1987), supone, además de una indagación muy clara y completa de la personalidad de un escritor con justificada fama de autor difícil, un buen ejemplo de cómo resolver la instalación de un trabajo que en principio podría parecer sólamente interesante en formal de publicación. Esto se ha logrado con un montaje efectista, pero también efectivo, en las salas en las que no se exhiben obras de arte propiamente dichas, al servicio de un concepto de exposición que incluye además pinturas, dibujos y esculturas de indudable interés.Vicenç Altaió, Ferran Bach, Manuel Guerrero y Carmen Sobrevila, los comisarios de la muestra, la han dividido en nueve apartados que exploran aspectos como el ideario político del escritor, su labor periodística y sus opiniones sobre arquitectura, además de cuestiones propiamente literarias como su amistad con los otros escritores de su generación y su propia obra. Cada uno de estos apartados ha contado con el asesoramiento de diversos especialistas -entre ellos Gória Picazo, Joaquim Molas, Pere Gimferrer, Jaume Vallcorba y Ainaud Escudero-.

J

V. Foix, Investigador en poesía i Amic de les ArtsSala Sant Jaume de la Fundació La Caixa. Jaume I, 2. Barcelona. Hasta el 3 de abril.

Por supuesto, también, tal y como se desprende del título de la exposición, se hace especial hincapié en la relación de Foix con algunos de los más destacados artistas catalanes de su tiempo, y habiendo Foix vivido casi 100 años, iniciamos un recorrido que ya del Noucentisme a Frederic Amat y Perejaume, pasando por las vanguardias históricas y el grupo Dau al Set.

Dibujos de Paul Éluard

Hay que destacar un grupo de dibujos que Paul Eluard le enviara a Foix en 1933, y que incluye obras de Tanguy, Miró, Arp, Max Errist, Alberto Giacometti, Victor Grauner, Dalí y Magritte, que iban a ilustrar una antología de poesía surrealista que no llegó nunca a ver la luz. Foix, como el resto de los intelectuales catalanes que le eran próximos, mantuvo de todas formas una actitud ambivalente con la vanguardia. Fue capaz de escribir Les Irreals Omegues y apoyar a Miró, pero también, anhelante de un orden clásico basado en la gran tradición, de admirar el trabajo de un pintor tan localista como Josep Obiols. Entre las obras de arte más destacables de la exposición hay que citar también un dibujo no titulado de Miró de 1932, dos dibujos originales de Joun Ponç; para el libro 97 notes sobre ficcions poncianes (1974), y Grisos amb trapos negres (1955) de Antoni Tápies, además de 13 de los no tan conocidos objects trouvés del mismo J. V. Foix, titulados Poemes de pedra (poemas de piedra). En el catálogo, Victoria Combalía, que se ha ocupado de la relación de Foix con Miró, nos ofrece fragmentos de cartas inéditas entre ellos.

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