_
_
_
_
_

El Leganés no encuentra el norte

El equipo 'pepinero' pierde por un gol en el campo del Palamós

Cuando lo que está en juego es la permanencia, lo que menos importa es el fútbol. Robi, entrenador del Palamós, había escrito su sentencia un día antes de recibir al Leganés en el Municipal. "A estas alturas se antepone la victoria al buen juego". Y catalanes y madrileños aplicaron estas tesis. El Palamós se llevó la victoria por 3-2 y eso le dará un poco de tranquilidad para afrontar los difíciles compromisos que se le avecinan. El Leganés fue víctima ayer de sus propias contradicciones y no logró alejarse de la zona de descenso. Su recuperación en la Liga quedó frenada nuevamente en Palamós. Hasta ahora, el Leganés ha ganado más partidos fuera que en su propio terreno. Lleva tres triunfos en campo contrario y solamente dos en el suyo propio. El Palamós, ahora con 26 puntos, se coloca en una zona tranquila de la tabla.

El Leganés fue ayer un buque a la deriva durante los primeros 45 minutos. En realidad, desde el minuto 3, en que Puche II abrió el marcador para los locales tras un claro error defensivo, el equipo madrileño perdió el rumbo y no encontró ningún timonel capaz de enderezarlo. El gol del empate no tuvo el efecto de estrella polar. Nadie sabía dónde se encontraba el norte.

Sin embargo, ya con 3-1 en contra, en la segunda parte Luis Ángel Duque, entrenador del Leganés, decidió olvidarse d amarrar el resultado y lanzó a su equipo al ataque incorpora d incluso a Vivar -castigado un el banquillo durante la primera mitad- y manteniendo a tres hombres en punta. Allí se de mostró que el Leganés es un equipo con mentalidad ofensiva. Los madrileños fijaron el timón y comenzaron a controlar la zona central del campo.

Es contradictorio que un equipo capaz de desplegar el juego del segundo tiempo en Palamós dedique sus esfuerzos a un conservadurismo que no le lleva más que al empate o a la derrota. En lo que va de Liga, el Leganés es uno de los conjuntos de Segunda División que más encuentros ha empatado, nueve. Y ayer volvió a ser víctima de esta contradicción. Las mejores oportunidades en la parte final del encuentro estuvieron en las botas de sus jugadores. Pero la tensión acumulada y las ganas de sacar al menos un punto impidieron al Leganés empatar el partido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_