Cortázar llena el Bellas Artes de Mexico a los 10 años de su muerte
Julio Cortázar llenó el teatro de Bellas Artes de México 10 años después de su muerte. Culpable de ello fueron tres importantes escritores contemporáneos y también amigos: Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Sealtiel Alatriste. Si de por sí era ya emotivo recordar, 10 años después, al autor de Rayuela, más emotivo aún será recordar en los próximos años lo que ocurrió el viernes 11 en en el coliseo mexicano. México demostró que Cortázar vive; al menos, su obra y su recuerdo.Fue tan emotivo como increíble. García Márquez, Fuentes yAlatriste tenían previsto celebra un pequeño acto en una de la salas anexas del teatro para recordar sobre todo al amigo. Pero las previsiones se desbordaron y hubo que habilitar el propio teatro, porque era tal el gentío que acudió a la convocatoria que no había sala suficiente en el Bellas Artes capaz de albergarle.
El primero en quedar abarrotado fue el patio de butacas, luego los palcos y posteriormente el anfiteatro. El público, culto y silencioso, esperó que estos tres escritores subieran al escenario para prorrumpir en un estruendoso aplauso. Desconcertados tuvieron que saludar varias veces y, todavía sorprendidos por la capacidad de convocatoria, iniciaron el homenaje.
Alatriste, editor de Cortázar en México, reveló que conoció a autor de Historia de cronopios y de famas en 1969 en París cuando él, estudiante atraído por el romanticismo revolucionario de la época,- y el escritor argentino se cruzaron en la calle. A ese mismo Cortázar, "con la barba rala, su altura de rascacielo, sus hombros como agujas de Notre Dame y agitando sus manos de saltimbanqui prodigioso", Io volvió a ver en 1981 en México también "imponente, monumental y con su cara de adolescente eterno".
Ya amigos, contaba Alatriste, Cortázar viajó otras dos veces a México. En su última visita le pidió que le llevara a la casa de Frida Khalo. "Con el rostro macilento, adolorido, colmado de una tristeza de siglos y con su calma tradicional", siguió narrando Alatriste, "me pidió que nos sentáramos en el patio de la casa de Frida y me preguntó: "¿Sabes lo que es la vejez?". "Tener que descansar media hora entre una actividad y otra".
García Márquez, segundo narrador de la noche, recordó un viaje que hicieron juntos él, Cortázar y Carlos Fuentes a Praga en 1968. De forma casual y buscando una respuesta corta, le preguntó a Cortázar por iniciativa de quién se había introducido el piano en la orquesta de jazz. "La respuesta fue una cátedra deslumbrante que se prolongó hasta el amanecer, entre enormes vasos de cervezas y salchichas con papas heladas", comentó e premio Nobel colombiano.
"Pibe, vengo a ver a tu padre", le dijo Fuentes a Cortázar, el día que lo conoció. "Soy yo" le respondió, quedando atónito aquél. Según Fuentes, que dijo que diariamente recuerda a su amigo Cortázar, el autor de Bestiario "era capaz de llevar conversaciones simultáneas e incubicuas a la vez". Fuentes dijo que se enteró de la muerte de Cortázar en Nueva York a través del periódico. Llamó a México para comentárselo a García Márquez, que le respondió: "Cortázar no ha muerto. No te creas lo que dicen los periódicos". "García Márquez tenía razón", dijo Fuentes al cerrar el acto.
