Manual del culebrón
En un manual de uso del mal gusto, cuestión de práctica y desarrollo diario, que espero alguien publique algún día, creo que sería pertinente incluir en el reparto del culebrón a los siguientes personajes: el buscador incansable, la celestina del talonario, el astrólogo alopécico, los valientes supuestos, los empáticos remunerados, el amplio surtido de pederastas, las élites convencidas, el incansable satisfecho, el onanista compulsivo de los números crípticos, la disléxica canonizada por los índices de audiencia, la violada que emascula, el emasculado reimplantado, el Nepotor de imagen, los desheredados reconvertidos... en una larga lista ampliable hasta el orgasmo televisivo, todos ellos verdaderos errores de concepto.Podríamos usar el conocido, muy nombrado y pocas veces asumido (menos aún usado), libre albedrío para apagar y buscar la belleza. Practiquemos abluciones mentales y digamos no (o sí, cada uno es libre en su propia y supuesta conciencia). Gracias al señor Albert.-