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Los sindicatos creen "imposible" lograr acuerdo sobre la reforma laboral

La nueva reunión negociadora celebrada ayer por Trabajo y los sindicatos permitió pocos avances y sirvió para dar un repaso a los dos puntos de la reforma laboral, ya tratados el pasado lunes -estabilidad en los convenios y derogación de las ordenanzas laborales-. Los sindicatos se mostraron muy escépticos sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo. El Gobierno propuso la eliminación de la prórroga automática de los convenios colectivos cuando no exista acuerdo para sustituirlos.

Minutos antes de iniciarse la reunión, el secretario de Acción sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, y el de Política Institucional de CC OO, Jose María Fidalgo, se mostraron muy pesimistas sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre la reforma del mercado de trabajo.Rodríguez aseguró que si el Consejo de Ministros aprueba la reforma sin acuerdo "convertirá la negociación en una fugaz consulta", con las "consecuencias conflictivas que esto tendrá para los trabajadores". Fidalgo se mostró pesimista y declaró que "a estas alturas de la película es muy dificil llegar a un acuerdo". Ante el estrecho margen que resta para concluir las negociaciones, dado que el Gobierno pretende aprobar la reforma en el Consejo del 3 de diciembre, las centrales pidieron "más tiempo" para negociar el pacto social.

Los sindicatos calificaron de "muy grave" la oferta del Gobierno de suprimir la prórroga automática de los convenios porque supone, señalaron, que "vuelven cada año a origen", según Apolinar Rodríguez. José María Fidalgo argumentó que "las condiciones de trabajo están reguladas acumulativamente, convenio tras convenio, y a costa de muchas luchas y contrapartidas. No podemos aceptar que cada año se haga borrón y cuenta nueva".

Para la sustitución de las ordenanzas laborales, el Gobierno aún no ha dado respuesta a la demanda sindical de que retire su propuesta de derogarlas en el plazo de un año. Las centrales contraofertan que se establezca el compromiso de iniciar un proceso de sustitución negociada por convenios sectoriales.

En la reunión de ayer se constató que el diálogo social está en su recta final, que acaba el día 30 de noviembre, con poco tiempo para discutir y escasas posibilidades de lograr ningún tipo de consenso.

Por su parte, el secretario general de Empleo, Marcos Peña recomendó "sensatez y cuidado" en los despidos y advirtió que una excesiva flexibilización en las rescisiones de contratos puede situar en un 50% el desempleo de "cabezas de familia", que ahora representan el 30% de las tasa de paro. Peña hizo estas declaraciones antes de la reunión durante unas jornadas sobre competividad y recursos humanos organizadas por Renfe, defendió la necesidad de adoptar mecanismos que eviten una desviación hacia los despidos "improcedentes" con indemnizaciones de 45 días por año trabajado.

El secretario general de Empleo señaló que considera que el Gobierno lleva demasiado tiempo discutiendo la reforma laboral y que "ha llegado la hora de que decida y se responsabilice, que asuma su obligación que es decidir".

Para Marcos Peña, la falta de consenso redundará en la eficacia de la legislación, aunque rechazó valorar las posibles consecuencias: "Nunca hemos funcionado con una normativa laboral rechazada". Marcos Peña se mostró convencido de que ninguna fuerza política "torpedeará en el Congreso un paquete de medidas destinadas a crear empleo" y señaló que se había producido un malentendido en la petición de la CEOE de que mediara el presidente del Gobierno porque éste "nunca ha estado ajeno a los intereses de las partes".

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