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La intimidad de un pintor, de la serenidad a la amargura

"Del Goya joven, fuerte, enérgico, sereno, al último Goya, lleno de melancolía y amargura". Manuela Mena, subdirectora del Museo del Prado y organizadora de la exposición Goya, el capricho y la invención, junto con la Comisaria, Juliet Wilson-Bareau, recorría ayer las salas temporales de la pinacoteca en donde se han intercalado tres autorretratos del pintor. La muestra, patrocinada por el Banco Central Hispano, será inaugurada hoy por los Reyes y permanecerá abierta hasta el 15 de febrero.Un centenar de obras, cuadros de gabinete y bocetos sobre lienzo, tabla y hojalata, junto a miniaturas sobre marfil, se ha distribuido de forma cronológica, de 1771 a 1827, por las salas temporales del Prado. "La influencia del arte antiguo y clásico es determinante", señala Manuela Mena ante el boceto para el cuadro Aníbal pasa los Alpes, que abre la exposición con la etapa italiana, unido a los preparativos de la basílica del Pilar y otras obras de tipo religioso.

Por primera vez se han reunido todos los bocetos conocidos de los cartones para tapices, donde siguen las referencias clásicas y aparece, según Mena, la personalidad del artista. Tras esta etapa de encargo real (1774-1791) realiza la serie de hojalatas que envía a la Academia tras su grave enfermedad. Son diversiones nacionales, en donde expresa "el capricho y la invención" con total libertad; el momento de su "ruptura con la tradición".

Nuevas interpretaciones

En las otras salas, dos cuadros obre la duquesa de Alba dan paso al conjunto de ocho pinturas de 1798, del marqués de la Romana (colección particular), que se exponen por primera vez juntas tras una limpieza que ha dado lugar a nuevas interpretaciones. "Es lo más importante de la exposición", dice Mena, con escenas trágicas en donde destaca "el juego con la luz, la luz que da al final, los blancos encima de lo demás". Siguen los caníbales y la serie del bandido Maragato, de 1806, otra novedad, procedente de Chicago.

"La exposición demuestra la increíble calidad de Goya y que los Caprichos al aguafuerte son el eje central en el que se apoya toda su obra. El trabajo previo de investigación ha hecho establecer cambios de temas, de cronología y variaciones en la intención", dice Mena.

- El Prado, la Royal Academy de Londres y el Art Institute de Chicago, ciudades que tendrán la exposición entre marzo y octubre de 1994, se han unido para mostrar este Goya íntimo, poco conocido frente a sus grandes temas. La muestra -con un presupuesto de 100 millones de pesetas y una tirada inicial del catálogo de 18.000 ejemplares- fue calificada por el director del museo, Francisco Calvo Serraller, como "excepcional desde un punto de vista intelectual y sensible", mientras que para la comisaria significa un avance en la apreciación de todas las obras del pintor.

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