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LA GUERRA DE LAS TASAS

Dos meses tensos

Educación y Ciencia publicó el pasado 26 de agosto la orden por la que se establecían los precios de los servicios públicos universitarios (las tasas, en la jerga estudiantil) a satisfacer por los alumnos en el curso 1993-1994.La disposición ministerial fijaba la subida de las tasas entre un 3,5% para las carreras de nivel de experimentalidad 4 (Bellas Artes y Ciencias Físicas) y un 14,83% para las de máxima experimentalidad (las del ámbito de Ciencias de la Salud). El porcentaje en los cinco niveles restantes sería del 12%. Algunas comunidades autónomas fijaron subidas menores.

Dichos incrementos habrían de regir igualmente para los cursos completos y para los créditos, que constituyen la unidad de la carga lectiva (cada crédito equivale a 10 horas de clase) en los planes de estudios nuevos o reformados. Así las cosas, el precio de la matrícula por curso completo oscilaría entre un mínimo de 55.745 pesetas y un máximo de 88.601.

Subida sorprendente

Pero muchos alumnos se encontraron con la sorpresa de que el precio de su inscripción era considerablemente mayor que el que se les había anunciado. Así, los estudiantes que se matricularon en primero de Medicina en universidades como la Complutense y la Autónoma de Madrid, por ejemplo, tenían que pagar 132.930 pesetas en lugar de las 88.601 que habían previsto.

Tal circunstancia se produjo porque la mayor parte de las universidades han optado por un número muy elevado de créditos por curso. El máximo establecido en las directrices oficiales es 90 y el mínimo 60.

A mediados de septiembre comenzaron las protestas, y el ministerio se apresuró. a abrir el diálogo con las organizaciones de alumnos. Una decena de ellas, agrupadas en las siglas CRAE (Coordinadora de Representantes de Asociaciones de Estudiantes), llegaron a un principio de acuerdo con la Secretaría de Estado de Universidades.

El ministro de Educación, Gustavo Suárez Pertierra, consultó el 28 de septiembre con el pleno del Consejo de Universidades la posibilidad de modificar la orden del 23 de agosto en el sentido de limitar la subida de las tasas a un 12% de media. Tal medida se reflejó en una orden ministerial que se publicó el 2 de octubre pasado, en la que además se fijaba el mismo porcentaje de incremento para el precio de las segundas matrículas y el 24% (el 20% en las carreras técnicas) para las terceras y sucesivas.

La rápida respuesta del ministerio, sin embargo, no contribuyó a aplacar los alterados ánimos de los estudiantes. La Coordinadora Estatal de Estudiantes, los Representantes Electos (delegados de alumnos) y el Sindicato de Estudiantes no aceptan tampoco la segunda orden ministerial. Quieren que la subida del precio de la primera matrícula se ajuste al IPC (en ocasiones han hablado de un 4,5% y en otras de un 6%) y que no se penalice el de las segundas y sucesivas matrículas.

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