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Celibidache: "Los políticos creen que la música es un lujo y no una necesidad"

El director inicia una gira por España con la Orquesta Filarmónica de Múnich

Rocío García

Un gran actor en un monólogo teatral, con un guión ingenioso, emotivo, a veces cruel y siempre crítico. Sólo frente al público y sentado en un gran butacón, el músico rumano Sergiu Celibidache ofreció esta imagen ayer en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Nadie se libra de su lengua viperina, ni los músicos de renombre, ni los compositores consagrados, ni tampoco los políticos. "Los políticos creen que la música , es un lujo y no una necesidad, dijo Celibidache, quien dedicó sus mayores diatribas a las orquestas norteamericanas, al compositor Messiaen y su música de pajaritos y, como no, al reverenciado Von Karajan. Celibidache inicia hoy en Madrid una gira con la Orquesta Filarmónica de Múnich.

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A sus 81 años, Sergiu Celibidache despide una energía apabullante. Su enorme corpachón que a duras penas puede mover por la artritis que padece sólo se puede comparar, con las grandes diatribas que dedica a unos y a otros, todo desde un tono magistral digno de un patriarca gitano. El director rumano inicia hoy y mañana en Madrid con la Orquesta Filarmónica de Múnich, de la que es titular desde 1980, una serie de conciertos que le llevarán los días 15 y 16 a Santiago de Compostela, el 19 a Sevilla y el 21 a Valencia.La espontaneidad y los equívocos que surgen sobre la definición de la música centraron los comentarios musicales de Celibidache. "Lo único que se puede decir sobre la música es que es algo que se vive aunque no se entienda. No hay definición para la música; la hay para el sonido, pero el sonido no es la música. El mundo está lleno de sonidos pero hay muy poca música".

Celibidache quiso restar importancia al hecho de ser músico. "Lo principal es tener la cabeza muy limpia, libre de preconceptos y dedicarse sólo a ello". "Bach, por ejemplo, tenía quizá las mismas, cualidades y predisposiciones que usted que canta feliz a la hora de afeitarse", le dijo a otra persona del público, "la diferencia es que Bach no sabía hacer otra cosa; hoy tenemos tantas posibilidades, como ir al cine, fútbol y otras cosas, que y a no se hace música".

La carrera en EE UU

Las orquestas norteamericanas, a las que en los últimos años han emigrado muchos directores alemanes, ocuparon gran parte de las feroces diatribas a las que Celibidache tiene tan acostumbrado. Gestos y sonidos acompañaron a las burlas dedicadas a los americanos, a cuya influencia culpó de muchos de los males que padece la música en la actualidad. "Las orquestas americanas son perfectas pero todas iguales. La de Nueva York no tiene personalidad. El vibrato natural de los americanos es interpretarlo todo de la manera más rápida posible. Ellos lo califican de intensidad, yo de impotencia. He escuchado 200 o 300 veces a orquestas norteamericanas y son todas iguales. Da lo mismo que interpreten a Beethoven, Bruckner, Mussorgski", dijo burlón Celibidache, quien alentó a los directores que quieran hacer carrera a emigrar a Estados Unidos. "Allí se hace carrera pero no música, por eso yo me he quedado en Alemania".Aunque Celibidache negó que los críticos acontecimientos políticos que se viven en Europa afectaran de manera directa a los músicos, sí reconoció que a su pesar es "la política la que se ocupa de nosotros". Poniendo como ejemplo al nuevo alcalde de Múnich -"lleva dos meses en el cargo y todavía no ha ido a escuchar a su orquesta, sólo le interesan los hospitales y las escuelas"-, Celibidache criticó el que los políticos consideren a las orquestas y a la música en general un lujo y no una necesidad. "Estamos ante un problema realmente grave", dijo.

Bruckner y Wagner son los dos compositores sobre los que girarán sus conciertos en España. Sobre Bruckner explicó su insólita experiencia de que sea el público japonés quien mejor entienda a este compositor austriaco. De Wagner criticó sus óperas sobre todo Tristán e Isolda pero defendió su música. "No me interesa que fuera antisemita. Cuando veo una partitura suya no encuentro nada de sus manifestaciones de antisemitismo".

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