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Volkswagen rechaza el plan de viabilidad de Seat y exige reducir el tamaño de su filial

La dirección de Volkswagen (VW) echó ayer por tierra el plan de saneamiento presentado por el presidente ejecutivo de Seat, Juan Antonio Díaz Alvarez, en el cuartel general del grupo, en Wolfsburg. Volkswagen exigió "una Seat más pequeña que quede definida dentro del grupo", según dijeron anoche fuentes conocedoras de la situación. La multinacional alemana quiere reducir 8.000 empleos en la Zona Franca y rechaza el proyecto de convertir la fábrica en un parque conjunto con los proveedores.

"Volkswagen ha dicho que hay que dejar Zona Franca", declararon a este diario fuentes del grupo. "La compra de Skoda [en Checoslovaquia] ha saturado el grupo y ahora vienen los recortes", añadieron estas fuentes. Un portavoz de Seat fue más prudente: "Volkswagen nos ha dicho que hay que seguir trabajando y que tenemos que presentar otro plan dentro de dos semanas".Un portavoz de la firma alemana admitió que el plan de Seat había sido rechazado al afirmar que la filial española debe hacer "propuestas creativas", informa Efe. "La compra de Pamplona ya supone reducir el tamaño de Seat. Volskwagen podría haber aportado dinero sin quedarse nada", manifestaron fuentes del grupo. 'Los planes de Volkswagen para Seat son potenciar la fábrica de Martorell. No se piensa en Zona Franca" con vistas al futuro, manifestaron estas fuentes.

Volkswagen se opone al planteamiento de Díaz Álvarez de convertir la fábrica de Zona Franca en un parque industrial. En este parque participaría Seat con algunos de sus proveedores. El plan de Díaz Álvarez supondría una inversión de 30.000 millones de pesetas y permitiría mantener buena parte de los actuales 10.000 empleos de la fábrica. Sin embargo, Volkswagen no quiere mantener la factoría de Zona Franca. Esta planta fabrica los modelos Toledo, Marbella y Terra. Al primero aún le quedan unos años de vida, pero los otros dos están ya en vías de desaparición.

La plantilla actual de Seat es de 23.000 trabajadores en las fábricas de Martorell, Zona Franca y Pamplona. Con la venta de esta última a Volkswagen, acordada hace dos semanas, la plantilla quedará en unas 17.000 personas.

La fábrica de Zona Franca, cuya viabilidad cuestiona Volkswagen, se empezó a construir en 1951, aunque hasta hace cuatro años se han hecho constantes inversiones. Los sindicatos empezaron a temer por el futuro de' Zona Franca cuando se puso en marcha la nueva fábrica de Martorell, una de las más modernas del mundo. La factoría de Martorell ha costado 244.000 millones de pesetas. En ella se fabrican actualmente los dos modelos más modernos de Seat: el nuevo Ibiza y el Córdoba. El futuro de Zona Franca sufrió un duro revés hace dos meses, cuando fracasó un proyecto con la japonesa Suzuki para fabricar un utilitario. La vertiginosa caída del mercado había sembrado ya dudas sobre su futuro, multiplicadas cuando Suzuki renunció al proyecto Rose.

Nacionalizar las compras

Volkswagen, sin embargo, está dispuesta a estudiar la propuesta de la dirección de Seat de "nacionalizar las compras" de piezas que hace a Alemania, piezas que pretende fabricar ella misma porque le sale más barato tras la devaluación de la peseta. Seat deberá convencer a López de Arriortúa, el poderoso jefe de compras del grupo Volkswagen, de la necesidad de comprar menos a la matriz.Díaz Álvarez ha recibido así de Volkswagen un segundo varapalo en pocos días. El primero fue el día 14, cuando el Consejo de Administración de Seat, presidido por el propio Ferdinand Piëch, le conminó a presentar un plan de saneamiento para enderezar la situación. "Díaz Álvarez estaba tocado, pero ahora ha recibido un castigo muy importante", dijeron fuentes del grupo. En estos medios se apostaba por una posible dimisión del primer ejecutivo de Seat, aunque un portavoz de la empresa lo negó. Díaz Álvarez explicará hoy la crisis al ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray.

Seat se ha convertido en una máquina de generar pérdidas, que este año llegarán a los 100.000 millones de pesetas. Volkswagen ha decidido inyectarle 120.000 millones comprando la fábrica de Pamplona y la financiera Fiseat.

Los sindicatos se han opuesto radicalmente a la reducción de empleo en la empresa. El secretario de CC OO en Seat, Alfonso Rodríguez, manifestó ayer que el rechazo de Volswagen al plan les "da tiempo para llegar a acuerdos sobre la base de mantener a Seat como marca y cada uno de sus centros". Los sindicatos tienen previsto reunirse con la dirección el día 4.

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