El arte singular o de Cecilia Gasdía
La presencia en la 54 Quincena Musical de San Sebastián de Los Solistas Vénetos, que fundó y dirige Claudio Scimone (Padua, 1934), ha permitido una significativa conmemoración de Bocherini en el 250 aniversario de su nacimiento. Bocherini vivió y trabajó, a partir de 1769, en Madrid; sirvió en la Corte y mantuvo estrechas relaciones con la casa de Benavente-Osuna, para la que escribió la Sinfonía en do mayor número 21, para guitarra, dos violines, dos oboes y orquesta, que hemos escuchado ahora. Data de 1798 aproximadamente y posee una notable originalidad tanto en el plan instrumental como en la inventiva.Otra sinfonía, la número 6 en re menor, denominada La casa del diablo, muestra un plan más cerrado y compacto y un andamiento libre, flexible, melancólico y hasta dramático en un apunte del sentimiento romanticista que fue nota característica del músico, todavía mal conocido y valorado. Las versiones de Scimone y sus solistas no alcanzaron la seguridad mostrada en su programa anterior consagrado al repertorio, pero gozaron de la vitalidad, a veces exagerada y en ocasiones histriónica, de ese gran comunicador y hasta exagerador de la comunicación que es Claudio Scimone.
El gran número fue el Stabat Mater, en su versión de 1781, para soprano y cuerdas, pues la protagonista, Cecilia Gasdía (Verona, 1960), unió a la belleza de su voz y la ligereza de su técnica una formidable inteligencia musical. Cecilia Gasdía es figura cotizada en los grandes teatros líricos de Europa y América y favorita de los grandes maestros. Dueña de las más variadas posibilidades expresivas y conocedora de los diversos estilos, "armó la tremolina" en la capital guipuzcoana con una actuación magistral.
Contando con la colaboración, siempre ágil y elevada, de Scimone y con la transparencia de los instrumentistas del conjunto véneto, la jornada resultó de excepcional brillantez.