Media España, al mínimo histórico de reserva de agua
Los embalses del centro, sur y sureste no alcanzan el 20% de su capacidad
Las reservas de agua de media España están en situación crítica, la peor que se recuerda. Cinco años de escasas lluvias han ido encadenando sucesivamente las sequías y llevado a tal situación, más grave, ahora que el año pasado a fines de agosto, cuando concluye el año agrícola y se cierran los canales de regadío. La escasez incide con menor crudeza en los abastecimientos de algunas poblaciones por las medidas de urgencia adoptadas en 1992, pero ha pesado con fuerza en el campo y en el suministro de toda Andalucía, con Sevilla v Cádiz a la cabeza. Si no llueve en septiembre, los 800.000 habitantes de la bahía de Cádiz, con restricciones desde marzo de 1992, sufrirán recortes todavía más drástricos. Las reservas sólo alcanzan hasta fin de año.
El último balance semanal sitúa las reservas de la Península al 40% de su capacidad, dos puntos por debajo del año pasado en estas fechas. Pero este porcentaje enmascara una realidad con dos caras: la de la España húmeda y la seca. Los embalses de la primera disponen de más reservas que hace un año. Los de la cuenca del Norte (todo el Cantábrico) están al 70% de su capacidad, siete puntos arriba sobre 1992 y cuatro con relación a la media de los últimos 10 años. Los del Duero se mantienen. La cuenca interior de Cataluña registra cotas ligeramente inferiores a las del año pasado, aunque 20 puntos por encima del último decenio.Las cuencas más afectadas son las que derivan al Medíterráneo -en pésimas condiciones- y las de la mitad Sur.
"Si en otoño no llueve, tendrán que suspenderse totalmente los regadíos de Extremadura". Este año se ha atendido a los cultivos permanentes, pero se han agotado las reservas para la campana próxima. El presidente de la Confederación del Guadiana, Antonio Alcalá, afirma que los volúmenes útiles de agua embalsada están agotados. Sus reservas se encuentran al 13,42% (seis puntos por debajo de 1992), en situación de mínimos históricos. Las restricciones de siete horas impuestas el año pasado se mantienen en poblaciones como Ciudad Real. Hay reservas para 8 o 10 meses, pero si no llueve en otoño habrá que recurrir al trasvase Tajo-Segura.
Aguas residuales
La industria petroquímica de Puertollano (Ciudad Real), obligada a parar en mayo por falta de agua, ha reanudado su actividad gracias a unas tomas de emergencia del Guadalquivir, concesiones provisionales de agua reservada para la refrigeración de una central térmica y el aprovechamiento de las aguas residuales de Ciudad Real."Llevamos tres años chupando de las mismas reservas. En 1991 consumimos el 50%; el año pasado, el 85%, y este año, el 90%. Después de una serie histórica sin reposición fluvial, hemos agotado las reservas". Antonio Alcalá recuerda que cuando era pequeño "nos cortaban una hora la luz y pos aguantábamos; si ocurre ahora, sale en el periódico. Con el agua pasa igual".
No una, sino nueve, son las horas de restricciones que se aplican desde el 15 de marzo de 1992 a los 15 municipios de la bahía de Cádiz, donde a sus 800.000 residentes habituales se suman miles de veraneantes. La zona se abastece del embalse de Hurones, que cuenta con sólo 30 de los 135 millones de metros cúbicos capaz de almacenar. "Estamos tan mal como en Sevilla, pero nosotros no tenemos el río al lado en caso de socorro", dice César Garrido, adjunto a la presidencia de SMAE, empresa que distribuye agua a Cádiz. Garrido advierte que, si no llueve a primeros del mes próximo, habrá que aplicar recórtes más drásticos.
Mientras, la cuenca del Segura dispone del 12% de sus reservas (tres puntos menos que el año pasado). El nivel de la del Júcar no llega al 19%, 16 puntos menos que en 1992.
Un lustro sin lluvia
"No sé si puede estar peor, no sé si se ha batido algún récord, pero la sequía acumulada desde el año 1989 es terrible. No hace falta que se supere un récord para poder calificarla así". El director del Instituto Nacional de Meteorología en funciones, Luis Bagaron, recalca que la situación actual, en el momento de hacer balance del año agrícola, cuando se cierran los canales de regadío, no es mala en sí misma, sino por la serie consecutiva de cinco años secos.La carencia de lluvias durante el pasado otoño ha agravado la sequía acumulada en un lustro, pues no ha permitido a los embalses recuperarse, como debe ocurrir cuando llega la temporada propia de precipitaciones.
Desde septiembre de 1992 se han registrado valores por debajo de lo normal en toda la Península y en Baleares, salvo en la mayor parte de Cataluña, Asturias, País Vasco, sierra de Gredos y áreas muy localizadas de Albacete y Murcia, donde las lluvias sí han superado los índices habituales.
La mayor parte del territorio nacional ha recibido precipitaciones inferiores a lo normal en un 75%. En concreto, ha sido así en la meseta superior, la cuenca media del Ebro, la mitad sur del Sistema Ibérico, Madrid, parte de Castilla-La Mancha, la baja Extremadura y la mayor parte de Andalucía, Alicante y las islas Baleares.
