España es el país comunitario que menos recursos emplea en formacion y creación de empleo, según la OCDE
España consagra proporcionalmente menos de la mitad de dinero que sus socios comunitarios en medidas efectivas contra el paro, según afirma la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe sobre Perspectivas del empleo. La OCDE apuesta por políticas de formación para frenar el paro, y constata que, desde 1990, España ha reducido las dotaciones para estas políticas, para aumentar sólo la partida reservada a los subsidios.
La OCDE sólo ve dos vías para que los Gobiernos de los países miembros consigan una reducción de sus tasas de paro: flexibilizar el mercado laboral y, sobre todo, poner el acento sobre una serie de medidas que el organismo califica como las más efectivas, las llamadas políticas activas. Las políticas activas se refieren a todas aquéllas destinadas a incentivar la creación de puestos de trabajo, ya sea por medio de subvenciones al empleo o de la formación de los trabajadores. Dentro de todas estas medidas, la OCDE hace especial hincapié en aquellas destinadas a lo que llama la valorización de los recursos humanos; es decir, las referidas a una formación específicamente diseñada para cada necesidad."En España se gasta poco y mal en políticas activas", afirman fuentes de la OCDE. Del informe se desprende que del total de recursos que España destinó a la lucha contra el paro, sólo el 16% fue a parar a medidas activas, mientras que la media de los países comunitarios se situaba en el 34%, es decir, más del doble. Además, España ha sido uno de los cuatro países de la CE que entre 1990 y 1992 optaron por reducir el gasto reservado a políticas activas, en lugar de incrementarlo. La diferencia con Bélgica, Reino Unido y Grecia, los otros tres países, radica en que éstos sitúan aún el porcentaje que dedican a políticas activas en torno a la media comunitaria, mientras que España se queda muy por debajo.
Fondos estructurales
El informe subraya que entre 1985 y 1990, periodo durante el cual la parte dedicada a políticas activas en España pasó del 10% a más del 20% -en gran medida debido a los fondos estructurales recibidos de la Comunidad-, la reducción de la tasa de paro ha ido a la par con el aumento del gasto en políticas activas". Pero también se trata de unos años en los que hubo un auge económico de casi todos los países europeos y según otro informe sobre el empleo, el de la Comisión Europea, la creación de pueestos de trabajo en la CE está directamente asociada al crecimiento económico. "Las políticas activas no aseguran la reducción inmediata del paro -explica un funcionario de la OCDE-, sólo garantizan la buena adecuación de los trabajadores al mercado laboral para que, cuando haya crecimiento, pueda crearse empleo estable".Las subvenciones e incentivos para la creación de empleos representa más de la mitad del dinero que España destinó en 1992 a políticas activas. Sin embargo, aquellas medidas que la OCDE considera como prioritarias, la formación profesional y las medidas a favor de los jóvenes, sólo representaban el 33% de los recursos asignados. Fuentes del organismo consultadas por este periódico aseguraron que las subvenciones en España, por su poca concreción, han tenido una repercusión mínima sobre el empleo. "De no haberse adoptado, es posible que hubiesen creado el mismo número neto de empleos en España", manifestaron.
La OCDE defiende las medidas específicas como las únicas eficaces. "Las subvenciones, por ejemplo, pueden ser buenas, siempre y cuando estén específicamente diseñadas para un objetivo concreto". Lo mismo ocurre con la formación de los parados, la medida que más defiende la OCDE. El informe muestra cómo programas de formación creados para responder a una necesidad particular del mercado de trabajo han conseguido resultados muy positivos en varios países como Reino Unido, Suecia o Noruega.
