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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La mística del canibalismo

El viernes 13 de octubre de 1972, el avión de las Fuerzas Aéreas Uruguayas que transportaba a un equipo de rugby de Montevideo a Chile se estrellaba contra uno de los picos de la cordillera de los Andes. La tripulación y varios pasajeros murieron en el acto, pero otros cuantos sobrevivieron durante más de dos meses, hasta que dos de ellos fueron a buscar socorro.Estos hechos dan lugar a un libro de Piers Paul Read y una producción mexicana, Supervivientes en los Andes (1975), dirigida por René Cardona y protagonizada por Hugo Stiglitz y Norma Lazareno. Veinte años después, los norteamericanos producen ¡Viven!, bajo la dirección de Frank Marshall, un colaborador habitual de Steven Spielberg, que anteriormente sólo había realizado la irregular Aracnofobia (1990).

¡Viven!

Título original: Alive. Estados Unidos, 1992. Director: Frank Marshall. Guionista: John Patrick Shanley. Fotograria: Peter James. Música: James Newton Howard. Intérpretes: Ethan Hawke, Vicent Spano, John Hamilton, Bruce Ramsay. Estreno en Madrid: Gran Vía, Minicines, Peñalver, Aragón, Excelsior, España.

La razón del éxito de esta historia, que haya servido de inspiración tanto a novelistas como a variados cineastas y que siempre haya tenido éxito de público, reside en que los supervivientes tienen que practicar el canibalismo para sobrevivir. Aislados en la nieve, sin forma de comunicarse con el resto del mundo, con una carencia total de alimentos, sobreviven gracias a irse comiendo los cadáveres de los muertos.

Delicadeza

Mientras el mexicano René Cardona hace gran hincapié en este punto en Supervivientes en los Andes para conseguir una de sus obras más tremendistas, el norteamericano Frank Marshall lo trata con una gran delicadeza, quizás excesiva, como un ingrediente más de los qué tiene entre manos. De manera que el resultado, en buena parte gracias a un bien construido guión del reputado John Patrick Shanley, es una eficaz producción de aventuras.A pesar de estar construida en torno a una situación única, ¡Viven! interesa porque entrelaza con habilidad el tema del grupo envuelto en una situación de extremo peligro, la paulatina muerte de sus componentes a lo largo del tiempo y, sobre todo, jugar bien con lo que puede denominarse la mística del canibalismo.

El resultado en algunos momentos puede parecer demasiado largo, y la realidad es que lo es, ya que dura más de dos horas y sus autores no se han permitido ninguna concesión. Entre un espectacular prólogo que relata el accidente aéreo y un bello epílogo que narra la expedición que emprenden dos de los supervivientes para encontrar socorro, el resto se desarrolla dentro y alrededor de las ruinas del avión, en un decorado único.

Por todo ello, Frank Marshall aparece como un director con bastante mayor pericia de la que dejaba entrever su anterior trabajo.

Asimismo, Frank Marshall demuestra una gran habilidad para dirigir actores, ya que maneja a un amplio grupo a cuya cabeza se sitúa Ethan Hawke y John Hamilton, que aparece en la mayoría de las escenas.

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