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CORRIDA-CONCURSO EN LAS VENTAS

Suspenso en bravura

La tradicional corrida-concurso del 2 de mayo resultó nuevamente un fiasco, aunque es justo y necesario matizar que el suspenso en bravura generalizado de esta edición se presenta lleno de matices que atenúan el no menos tradicional fracaso. El fervoroso jubileo de arte y desafío que es la fiesta necesita de la bravura para su plenitud. Y si se produce un atisbo de ella, es imprescindible que matadores y cuadrillas sepan alborearla y domeñarla para lucimiento propio y del ganadero. Varios toros rayaron ayer semejante condición encastada pero, ¡ay!, fueron vasallos sin buenos señores.El veterano Frascuelo, con ese porte de torero de rancio abolengo y como escapado del Cossío, intentó aplicar seriesísima lidia clásica a su manejable lote. Ya se sabe: dando distancia, echando la flámula por delante para embozar al enemigo, llevándolo largo, suave y dominado, y rematando en la cadera, donde se enlaza con el siguiente muletazo. Pero para producirse con esta pureza hace falta que el corazón aguante y el del madrileno ayer parecía ahogarle. Frascuelo perdía siempre terrenos en lugar de ganarlos, desligaba la imprescindible continuidad y hasta se retorcía feamente, por lo que desaprovechó a dos toros interesantes, uno de Sepúlveda y otro de Prieto de la Cal. Ambos poseían cuajo, seriedad y trapio; tomaron cuatro varas y acusaron este excesivo castigo en el último tercio, lo que también atenúa los susodichos fallos del matador. Su varilarguero Luis Manuel Leiro sí que brilló con una excelente actuación en el cuarto.

Corrida-concurso / Frascuelo, Fundi, Cuéllar

Toros de Sepúlveda, Hernández Pla, Concha Navarro, Prieto de la Cal, Jandifia y Puerto de San Lorenzo, bien presentados, de desigual juego. Frascuelo: estocada perpendicular delantera (silencio); pinchazo y estocada tendida (pitos). El Fundi: pinchazo, pinchazo sin soltar, estocada desprendida y descabello (silencio); estocada desprendida (leve petición y fuerte división cuando saluda). Juan Cuéllar: pinchazo, estocada atravesada baja y cinco descabellos (silencio); estocada atravesada -aviso- (ovación).El premio al mejor toro quedó desierto. Luis Miguel Leiró ganó el premio al mejor picador. Plaza de Las Ventas, 2 de mayo. Cuarto festejo de la feria de la Comunidad. Lleno.

La culpa de que el toro de Puerto de San Lorenzo no luciese más fue de la funesta cuadrilla de Juan Cuéllar, que perdió los papeles y hasta la dignidad en la brega y con los rehiletes, de los que clavó uno en seis pasadas. El bicho se aprendió la lección y se hizo fuerte en tablas, donde pedía el carné de torero. Cuéllar, tras mostrarle el credencial, le asustó con su valentísima porfía, Jugándose la vida frente a aquel saldo de guadañazos y saliendo triunfador e indemne. Con el manso y tardo de Concha Navarro, en el que la cuadrilla dio un anticipo del bochinche que iba a montar después, no hubo pendencia, pues el toro se rindió.

Fundi despachó con suficiencia al mansote y flojo de Hernández Pla y después le correspondió en suerte -o más bien en desgracia- un Jandilla, divisa favorita de las figuras, el sueño dorado de los modestos. El funo resultó tan colaborador y manejable como se esperaba de este comercial hierro, pero Fundi lo ahogó con su encimismo y realizó una faena trafallona y populista, que gustó a ese público también tradicional en estos festejos, que organiza la Comunidad y, después, regala una lluvia de entradas por los pueblo$. Pero estas fruslerías y remedos de toreo fueron rechazadas por el resto de los espectadores, por los de siempre.

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